La mujer emprendedora mediterránea
La integración de las mujeres en la economía en la región mediterránea sigue siendo una asignatura pendiente, a pesar de los progresos en algunos países. Lamentablemente, la renta per cápita sigue siendo de las bajas, la pobreza continúa afectando a amplias partes de esta región y la coyuntura internacional ya no es tan favorable como en el pasado.
El capital humano constituye un factor de competitividad que determina el crecimiento y una apuesta de los inversores. Por ello es necesario desarrollar todas las competencias a través de un sistema educativo eficiente y una política de empleo en adecuación con las necesidades de una economía en desarrollo.
En el este proceso de integración mediterránea, incorporar a las mujeres es una necesidad que condicionará el éxito o el fracaso del desarrollo económico y social de toda la región,
Las mujeres emprendedoras constituyen una realidad cada vez más consolidada y presente en el mediterráneo, y su papel en la construcción de este gran edificio mediterráneo es clave para alcanzar los objetivos de integración regional.
Las mujeres emprendedoras mediterráneas constituyen una realidad, consolidada y presente. Comparten una tradición de cooperación, y deben aprovechar su fuerza para crear escenarios y para compartir experiencias y establecer relaciones empresariales.
El avance económico de apoyo de las mujeres podría añadir 12 billones de dólares al PIB mundial en el año 2025. Desde 2012, la tasa de actividad empresarial entre las mujeres ha aumentado en un 7% en 61 países del mundo. El déficit empresarial entre hombres y mujeres también se redujo en un 6%: el 11% de las mujeres participan actualmente en la actividad empresarial frente al 16% de los hombres.
Pero sólo el 49,2% de la población en la parte sur y oriental del mediterráneo participa en el mercado laboral, en comparación con el 63,5% a nivel mundial. Entre los graduados, el desempleo ha alcanzado niveles insostenibles. Entre las mujeres, llega al 45%, y pese al logro educativo están excluidas, aumentar su participación añadiría un 47% al PIB la próxima década en lugar del 18% actual.
Es preciso disponer de una estrategia a largo plazo supeditada a programas específicos que hagan frente a la rapidez de los cambios del entorno y que garanticen el respeto de los derechos de los grupos e individuos. Es imposible avanzar en la región sin construir juntos una sociedad basada en la igualdad de oportunidades, o sin asegurar la participación de las mujeres en el desarrollo económico y empresarial.
Se les debe dar el apoyo, la oportunidad y la libertad para hacer su contribución. Aferrarse a las tradiciones obsoletas es cómodo, pero puede matar el genio de la innovación
Hay que apostar por programas que promuevan las mujeres emprendedoras y empresarias en la vida económica de los países mediterráneos, elaborando políticas específicas con su implicación y participación. Esto fomentará y estimulará su emergencia y consolidación
Es preciso aprovechar la creatividad y potencial de las mujeres. Se les debe dar el apoyo, la oportunidad y la libertad para hacer su contribución. Aferrarse a las tradiciones obsoletas es cómodo, pero puede matar el genio de la innovación. El cambio es inevitable y hay que aceptarlo porque sin duda puede ser enriquecedor si todos participan y abarca las ideas y puntos de vista de todos.
Hay mucho en juego. Muchas dificultades se podrían evitar facilitando las condiciones para promover su papel en la economía, eliminando los obstáculos reales para que las mujeres asciendan en el escalafón corporativo Teniendo igualdad de oportunidades en retribuciones y ascenso. No encasillando a las mujeres en cargos determinados.
Las mujeres son actores importante para la creación de empresas con una ventaja competitiva, innovadoras que creen nuevas soluciones para mejorar la vida de las personas. Su impacto en la sociedad puede ser determinante.Promover una relación positiva entre el avance de las mujeres en la fuerza laboral y el crecimiento del PIB es una necesidad para hacer frente a los retos económicos de la región y aprovechar plenamente el talento de toda la población, no sólo la mitad de ella.
Las mujeres emprendedoras son claves para el desarrollo económico, sin ellas es imposible avanzar , ya que son socias en estas evoluciones y revoluciones, como lo son en la sociedad.