Hay una noticia que corre como la pólvora y que he querido analizar. Mi conclusión es clara: La noticia es falsa. Aquí están mis argumentos:
Primero, a pesar de que parezca una obviedad, hace falta que nos demos cuenta que no es la mismo hablar de «población juvenil» que de «población juvenil con titulación universitaria». Aproximadamente en Catalunya un 35% de los jóvenes entre 18 y 29 años estudian o han estudiado una carrera, por lo tanto los universitarios son sólo una parte de esta población, y el resto, un 65% son no universitarios.
En segundo lugar, otros medios se han hecho eco de la noticia pero para cuestionarla. The Washington Post por ejemplo, ponía en entredicho este dato, y el periodista rebajaba la cifra del 50% a poco menos del 18% para el conjunto de España para acabar diciendo que «… those are still terrible numbers, albeit somewhat less apocalyptic«.
En tercer lugar, este dato sale de la Encuesta de Población Activa (EPA), que define el paro juvenil como aquellos individuos comprendidos entre los 16 y los 24 años. ¡Pero es que la media de edad de finalizar los estudios universitarios es de 25 años! Por lo tanto entre 16 y 24 años el porcentaje de universitarios que ha acabado la carrera es reducido.
En cuarto lugar, en la EPA del último trimestre del 2011 en Catalunya, en la franja de 16-24 años había 635.300 jóvenes, de los cuales 329.700 son «inactivos» (no tienen ni buscan trabajo: son estudiantes) y 305.700 son «activos» (tienen o buscan trabajo). De los activos, 159.200 tienen trabajo y hay 146.500 parados.
¿Qué porcentaje de paro hay? Técnicamente el paro es la fracción de la población activa que no tiene trabajo, es decir 146.500/305.700=48%, y si eres un joven entre los 16 y el 25 años y buscas trabajo, en lugar de continuar los estudios de BAT, FP o universitarios (que es lo que hacen la mayor parte de los 329.300 jóvenes «inactivos») es cierto que tienes una probabilidad del 48% de que acabes en el paro en lugar de trabajar.
Pero si analizamos qué hacen TODOS los jóvenes entre 16 y 24 años el porcentaje que observaríamos es diferente. El 52% de los jóvenes (329.300/635.300) continúan estudiando, el 25% de los jóvenes (159.200/635.300) nos dirían que trabajan y, desgraciadamente, el 23% restante (146.500/635.300) nos dirían que a pesar de que buscan trabajo no lo encuentran.
En quinto lugar, cuando se estudian los datos de movilidad, se llega a la conclusión de que la gente quiere encontrar trabajo pero debe ser al lado de casa. Ni buscan trabajo fuera de su provincia y aún menos en el extranjero.
En sexto lugar. Todos estos datos, que ya demuestran que hay evidencia empírica, no hacen otra cosa que confirmar el informe sobre Graduados 2011 de la Agencia para la Calidad del Sistema Universitario de Catalunya, de la cual ya he hablado en varias ocasiones (El falso mito de la sobrecualificación y los otros Ni-Ni) que demuestra que el paro juvenil universitario es sólo del 7,64%.
En quinto lugar: alguien puede pensar que si no eres universitario lo tienes negro. Pero tampoco es cierto. Porque si los jóvenes, en lugar de buscar trabajo se dedican a continuar estudiando, mejoran muchísimo su situación, tanto da si es FP o Ciclos Formativos puesto que está alrededor del 13% (véase Inserción Laboral de las enseñanzas profesionales 2011).
¿Qué quiere decir todo esto? Que encontrar trabajo con pocos estudios en tiempo de crisis es muy difícil. Las cifras lo dicen. Como también dicen que cada vez más y más jóvenes universitarios encuentran trabajo fuera y no aquí. Pero de las cifras sobre «la fuga de cerebros» hablaré en otra ocasión más adelante.
NOTA: Agradezco la fundamental colaboración en este artículo de Josep Anton Ferré Vidal, Director de la Agencia para la Calidad del Sistema Universitario de Catalunya, y a Anna Prades Nebot, de la misma agencia, por haberme facilitado la información, y que con sus inteligentes comentarios me han ayudado a entender las discrepancias que existían entre los diferentes estudios que hay sobre el paro.