La inversora Corsabe, en vías de extinción

La sociedad Corporación Sant Bernat (Corsabe), de Barcelona, ha recurrido la sentencia que le condena a pagar 116.000 euros a dos proveedores de Red Elite de Electrodomésticos. Esta última, titular de la cadena de tiendas de su nombre y participada por Corsabe, se declaró en suspensión de pagos en 2005 y el año pasado desapareció para siempre.

Corsabe ganó en primera instancia el pleito, pero a comienzos de este año la sentencia fue revocada y se condenó de forma solidaria a todos los miembros del consejo de administración de Elite, del que formaba parte Corsabe. La victoria de los proveedores ha animado a otros a presentar demandas similares, algunas de cuantía muy significativa.

Entre tanto, Corsabe languidece. Hace tres años abandonó la actividad de capital riesgo que venía desarrollando desde su fundación, promovida por Emilio Cuatrecasas Sabata y algunos clientes de su bufete. Hace un par de años los socios de la casa acordaron poner fin a su existencia en diciembre de 2012 pero luego pospusieron la fecha a diciembre del presente año.

En estos momentos, sus activos financieros se componen de participaciones en tres empresas, a saber, Eolia Renovables, Oryzon Genomics y Web-Capital, esta última en proceso de liquidación. El valor de tales paquetes accionariales ha pasado en el último año de 4,6 a 1,9 millones de euros, sobre todo por la pérdida de valor de Eolia y Oryzon. Corsabe también posee un 20% de la firma madrileña de software Fractalia Remote Systems, que está en beneficios.

Como consecuencia de todo ello, Corsabe cerró el pasado ejercicio con un quebranto de 1,7 millones de euros. En su capital participan, entre otros, Enrique Gomis Pintó, Nicolás Ayuso Moragas, Isidro Abelló Riera y el consorcio gallego Grupo Empresarial San José.