La importancia de la comunicación interna

Si son muchas las empresas que descuidan su comunicación externa, son muchas más las que desatienden por completo la comunicación con sus públicos internos. En ocasiones anteriores hemos dicho que comunicar no es un capricho, sino una exigencia y una necesidad, pero también lo es hacia dentro de nuestra empresa.

La comunicación interna había pasado desapercibida hasta que no hace mucho tiempo nos dimos cuenta de que era muy difícil comunicarnos bien con los demás cuando acusábamos graves deficiencias en nuestro entorno más íntimo. El aumento de la presencial sindical, la mayor formación académica de los trabajadores unida a la necesidad de reciclaje, la nueva visión empresarial basada en invertir más en recursos humanos, el valor de la comunicación y del capital humano son algunos de los factores clave que han servido para despertar la chispa de que dentro de nuestra empresa hay comunicación. Siempre.

Pero, ¿con quién nos comunicamos en nuestro ambiente laboral? Con los trabajadores, con los representantes laborales, con los grupos económicos, con la dirección, con las empresas filiales, etc.

En todos estos casos la comunicación no es ni hacia el mercado ni hacia el entorno social, sino que se queda en casa: es interna, y fluye de tres maneras diferentes: de arriba hacia abajo, de abajo hacia arriba o de igual a igual.

En el primer caso, los mensajes gotean de manera descendente desde la dirección hacia los empleados a través de cartas, correos o tablones de anuncios; en el segundo, son los propios trabajadores quienes deciden ascender a sus superiores solicitando entrevistas, proponiendo reuniones o dejando mensajes en el buzón de sugerencias; mientras que la comunicación de igual a igual refleja un modelo horizontal e interdepartamental donde tomos estamos al mismo nivel.

Cuando falla la comunicación interna es muy probable que falle la externa. No podemos comunicar bien algo que ni nosotros conocemos. Por ello, uno de los objetivos fundamentales de la comunicación interna será crear un clima empresarial dinámico donde la comunicación fluya sin problemas de un departamento a otro. En el fluir de esa comunicación no se permiten conversaciones de directivos con empleados para indagar acerca de otros compañeros, críticas a unos sobre otros, o quitar de aquí para poner allá. Si alguien habla mal de todos cuando está con nosotros, ¿no hará lo mismo cuando esté con los demás?

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