La Guerra de guerrillas
En el momento en que los civiles, hombres y mujeres sin formación militar, actúan para detener el avance de las fuerzas militares rusas, se consigue que Europa, capaz desde el punto del derecho europeo de distinguir entre militar y civil, tome aún más conciencia de que la guerra se hace contra el pueblo ucraniano
Hace una semana, ante el avance del ejército ruso hacia la ciudad de Odessa, el gobierno ucraniano llamó a los ciudadanos a combatir con una guerra de guerrillas. La apelación del gobierno ucraniano para que la población, es decir, los ciudadanos civiles, luche con la antigua estrategia de guerrillas ante los rusos responde a una defensa de Ucrania que quiere enfatizar la humanización del conflicto.
En el momento en que los civiles, hombres y mujeres sin formación militar, actúan para detener el avance de las fuerzas militares rusas, se consigue que Europa, capaz desde el punto del derecho europeo de distinguir entre militar y civil, tome aún más conciencia de que la guerra se hace contra el pueblo ucraniano.
En el momento en que el asesor presidencial ucraniano Oleksiy Arestovich pide a los civiles talar árboles y destruir las columnas de retaguardia del ejército ruso se pone en marcha un salto de escala del conflicto que ya no se podrá ver como una disputa entre políticos sino como una lucha de la población de Ucrania para defender su supervivencia ante el ataque ruso.
El cambio de escala de militar a civil nos remite al heroísmo de los partisanos argelinos contra el ejército regular francés. Los 400.000 soldados franceses fueron derrotados por 20.000 partisanos argelinos provocando la renuncia a la soberanía de Francia en Argelia. Durante el conflicto, Argelia perdió veinte veces más combatientes que Francia pero ésta gastó diez veces más en material bélico, haciendo imposible el mantenimiento de la guerra.
En 1809, Clausewitz argumentaba: “se gana infinitamente más mediante la activación de las fuerzas individuales que por medio de formas artificiales”. El valor de las guerrillas frente a un ejército regular moderno puede no ser la solución a corto plazo pero, mantenido en el tiempo, supone una derrota que acaba creando inestabilidad en el país agresor, como ya lo vivió la antigua Unión Soviética en Afganistán.
El llamamiento del gobierno ucraniano a la población implica pasar de la guerra convencional entre ejércitos a la resistencia de los civiles y, como consecuencia, a un largo periodo de inestabilidad política en Moscú. Este llamamiento hace evolucionar el conflicto de guerra contra el ataque de Rusia a Ucrania a una guerra de independencia de Rusia para volver a ser libres.
Cambiar la naturaleza de un conflicto armado suele provocar, a su vez, un cambio de política y estrategia de todos aquellos que se encuentran implicados en él.