La gestión de Sánchez y Ayuso en cifras

Hay comparaciones que son odiosas y si el objetivo de Pedro Sánchez en la campaña del 4-M es sacar pecho por su gestión en la pandemia, lleva las de perder

La precampaña electoral de la Comunidad de Madrid arroja dos conclusiones muy claras. La primera, que, siendo unas elecciones autonómicas, la pugna política se desarrolla a nivel nacional. Y prueba de ello es el protagonismo que está ejerciendo Pedro Sánchez en la contienda. Y la segunda, que el debate girará en torno a la gestión de la pandemia, con dos modelos contrapuestos, el del PSOE y el del PP de Madrid, cuyos resultados son también muy diferentes.

La crisis del coronavirus tiene dos caras, la sanitaria y la económica, que están estrechamente relacionadas. Y la frialdad de los datos, por mucho que Sánchez pretenda vender lo contrario, no sólo no respaldan la gestión socialista, sino que arrojan un resultado funesto.

En la actualidad, España es el decimosexto país del mundo con mayor número de fallecidos por Covid, con una tasa de 159 muertes por cada 100.000 habitantes, dando por buenas las cifras oficiales del Gobierno, a la altura de México y por encima incluso de Brasil.

Pero se olvida que España llegó a registrar la segunda mayor tasa de letalidad del mundo durante los primeros meses de la pandemia, debido al irresponsable retraso de Sánchez a la hora de tomar medidas y su evidente incompetencia bajo el mando único. No en vano, la Universidad de Cambridge otorgó a su Gobierno la peor gestión del coronavirus en la primera ola.

En contraste, la Comunidad de Madrid presenta la sexta mortalidad más baja de España desde julio, cuando finaliza el primer estado de alarma y Sánchez delega en los gobiernos regionales la gestión de la crisis. Madrid fue, además, la primera en actuar ante la pasividad del Estado, cerrando residencias y colegios, lanzándose a comprar material sanitario en el extranjero y tomando la delantera en el uso de test de antígenos y mascarillas FFP2.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso / EFE
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso / EFE

Pero si algo caracteriza la gestión de Ayuso es su firme apuesta por combinar la lucha contra la pandemia con la apertura de hostelería y comercio, a diferencia de otras comunidades autónomas. También aquí los socialistas salen mal parados.

España ha sufrido uno de los confinamientos más duros y largos del mundo, y aún mantiene fuertes restricciones a la movilidad interior, mientras que las regiones del PSOE lideran la tasa de fallecidos en la primera, segunda y tercera ola, pese a haber decretado estrictos cierres de actividad.

Los resultados también difieren a nivel económico. España sufrió la peor recesión de la OCDE en 2020, con una caída del PIB próxima al 11%, y presenta una de las peores tasas de paro de Europa (16%), siendo, además, el país del euro que ha destinado menos ayudas a sus empresas y autónomos.

Madrid, por el contrario, registró una recesión algo inferior a la media nacional el pasado año, pero la clave es que ya está liderando la recuperación. La economía madrileña creció un 4,4% en el cuarto trimestre de 2020, frente al 0,4% de la media nacional, diez veces más.

Mientras España sufre la peor recesión de la OCDE, en Madrid es inferior a la media y lidera la recuperación

La crisis se ha llevado por delante el 23% de los empleos de la restauración en España, pero Madrid es la segunda autonomía menos afectada, por detrás de País Vasco. De hecho, por primera vez en la historia, es la que más empleo genera en el sector de la hostelería en los últimos meses.

Y algo similar sucede en el comercio, donde las ventas se han resentido mucho menos que en el resto del país. No es de extrañar, por tanto, que tiendas y restaurantes perciban a Ayuso como su salvadora frente a los cierres masivos que pretende imponer la izquierda.

Hay comparaciones que son odiosas y si el objetivo de Sánchez es sacar pecho por su gestión en la pandemia lleva las de perder. Cosa diferente es que mienta y tergiverse la realidad valiéndose de su potente maquinaria mediática y propagandística para engañar de nuevo a los españoles. En eso sí que es un auténtico maestro.