La formación ‘online’ de la militancia antisistema juvenil
Así es el programa de formación ideológica antisistema diseñado por Arran, grupo de extrema izquierda independentista muy próximo a la CUP
No todos los jóvenes antisistema son iguales. Los hay que se han licenciado en la materia y quienes no lo han hecho. No me refiero, propiamente hablando, a la práctica, sino a la teoría. No es una broma. Dicha licenciatura existe. Sacando a colación la terminología educativa, existe un programa online de formación del militante antisistema juvenil.
Quien consulte la página de la organización juvenil Arran –grupo catalán de extrema izquierda independentista muy próximo a la CUP: “Independencia, Socialismo y Feminismo”, se lee en su tarjeta de presentación–, tendrá la oportunidad de sumergirse en la que quizá sea la mejor fuente de información al respecto.
En efecto, Arran ha diseñado un programa completo –teórico, en este caso– de formación ideológica antisistema.
Las materias de la licenciatura
Nueve materias de estudio y formación. A saber: Liberación nacional, Feminismo, Introducción al marxismo, Profundización en el marxismo, Juventud, Organización, Praxis, Análisis y Problemáticas.
Como es propio de la licenciatura online, hay que leer una serie de libros o artículos, cuyos títulos reproduzco, porque, por sí mismos, caracterizan muy bien el contenido y talante de la instrucción que recibe la militancia antisistema juvenil.
En la materia Liberación nacional, hay textos como Argala: Autobiografía política, Jokin Apalategui (Nationalisme et question nationale au Pays Basque, 1830-1976), Lenin (El derecho de autodeterminación de las naciones), James Connolly (¿Antipatriótico?, Socialismo y nacionalismo y Socialismo y nacionalismo irlandés), Andreu Nin (Los movimientos de emancipación nacional), Iñaki Gil de San Vicente (Independencia, socialismo y juventud) y Manuel de Pedrolo (Marxismo y nacionalidad).
En la materia Feminismo, hay textos de Alexandra Kollontai (El comunismo y la familia), Lenin (El poder soviético y la situación de la mujer), Friedrich Engels (El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado), Iñaki Gil de San Vicente (La juventud en las luchas sexuales y Modos de producción, patriarcado y triple opresión), Grupo de Lesbianas Feministas (Más allá del matrimonio), Endavant-OSAN (Crisis y mujeres: por una nueva organización social de los trabajos y los tiempos) y el Diccionario de conceptos básicos sobre el feminismo de la Comisión Contra el Patriarcado.
En las materias Introducción al marxismo y Profundización del marxismo, hay textos como el Manifiesto Comunista de Karl Marx y Engels, los Fundamentos del comunismo de Engels, la Iniciación a la economía marxista de Ernest Mandel, los Fundamentos del marxismo de Justo de la Cueva, el Diccionario básico de categorías marxistas de Néstor Kohan, los Principios elementales y fundamentales de filosofía de George Politzer, El Estado y la revolución de Lenin o Sobre la contradicción de Mao Tse Tung.
La materia Juventud se recurre a Lenin (Tareas de las Juventudes Comunistas), Che Guevara (Qué debe ser un joven comunista) o Iñaki Gil de San Vicente (Poder adulto y emancipación juvenil y Guía de praxis para jóvenes militantes).
Ese olor a naftalina y esas algaradas que, finalmente y felizmente, acabaron consolidando el sistema
Las materias Organización y Praxis se inspiran en el ¿Qué hacer? de Lenin, en el ¿Qué hacer y cómo debemos organizarnos? de Iñaki Gil de San Vicente, en El izquierdismo, enfermedad infantil del comunismo de Lenin y en el Sobre la práctica de Mao Tse Tung.
Las materias Análisis y Problemáticas se nutren del trabajo Algunos aspectos del desarrollo capitalista actual de Antxon Mendizabal y Sagra López, del artículo Los aspectos fundamentales de la lucha de clases en los Países Catalanes de Oriol Martí, del ensayo ¿Por qué decimos no a la Unión Europea? de Endavant, y de los artículos De la cuestión de la vivienda de Engels y El derecho/necesidad a la ocupación y a la recuperación de Iñaki Gil de San Vicente.
Marxismo, emancipación nacional, radicalismo, ‘agitprop’
La licenciatura en militancia antisistema juvenil construye y transmite una concepción del mundo, la política y la sociedad que se vertebra alrededor de los siguientes puntos de referencia:
1. Los clásicos del marxismo con injertos anarquistas y maoístas aderezados con toques chavistas y abertzales: la dominación y alienación capitalista, la burguesía opresora, el imperialismo y las multinacionales explotadoras. Alternativa: democracia verdadera, política al servicio de los trabajadores y la revolución, protagonismo popular, resistencia frente al capital, lucha de clases, camaradería comunista, revuelta, rebelión, revolución socialista.
2. Las teorías de la emancipación nacional tercermundistas: la colonización, dominación y explotación de Cataluña y el País Vasco a manos del Estado español; las naciones catalana y vasca oprimidas y subyugadas por el Estado español; la defensa de la identidad nacional catalana y vasca negada o minorizada por el Estado español. Alternativa: la unidad del pueblo catalán y vasco, y el alzamiento nacional –rebelión y revolución- frente al ocupante español. Liberación nacional y de clase.
3. Una versión radicalizada de los movimientos sociales –los sujetos del cambio: comunistas, independentistas, jóvenes, feministas y ecologistas– que reivindican un nuevo ideal emancipatorio: asambleas, no al capitalismo y la Unión Europea, liberación de los pueblos y colectivos oprimidos, pluralidad de valores, diversas maneras de entender las relaciones entre los sexos, personas y comunidades, y revolución política, social y cultural.
4. El agitprop de matriz soviética que genera un discurso (ideología, sentido, relato, neolengua, consignas, lemas, signos, iconos, textos, canciones, imágenes, documentales, libros, teatro, cine, emociones, sentimientos) que persuade y recluta –relación vertical– al pueblo.
Olor a naftalina y alagaradas
Todo ello –por utilizar la jerga antisistema–, al servicio de un proceso deconstituyente con el objetivo de proceder –afirman– a la democratización real, radical y transformadora de Cataluña, el País Vasco y España.
La formación de la militancia antisistema juvenil nos remite –autores, libros, ideas, consignas, actitudes, programas, propuestas y acciones– al comunismo caduco, el caos pasajero de mayo del 68, y el altermundialismo rompevidrios de los 90.
Ese olor a naftalina y esas algaradas que, finalmente y felizmente, acabaron consolidando el sistema. “Ese mejor de los mundos posibles”, dijo Leibniz. Los matemáticos raramente se equivocan.