La familia Sanahuja gana 8 millones gracias a l’Illa
No nota la crisis el centro comercial l’Illa, sito en la Diagonal barcelonesa, entre Numancia y Entença. La propiedad del imponente edificio se reparte entre la sociedad Indicesa l’Illa, de la familia Sanahuja, titular de la mayor parte del recinto, y la aseguradora Winterthur.
Indicesa recaudó el pasado año 17 millones de euros por el alquiler de sus espacios comerciales, un 2,7% más. Se trata de la cifra más alta desde que abrió sus puertas el complejo, hace ahora veinte años. El beneficio neto rozó los 8 millones.
El solar donde se alza el centro comercial fue adquirido por la familia Sanahuja hace más de 40 años, previo desembolso de 6 millones de euros a una organización religiosa.
Como otros tantos en el ramo, el grupo de empresas Sanahuja se vio atrapado en la explosión de la burbuja inmobiliaria y en 2010 hubo de instar la suspensión de pagos de sus principales empresas con una deuda conjunta de 1.800 millones de euros. De la quema se salvó la sociedad propietaria de l’Illa, que tiene vida propia y navega a una regular velocidad de crucero, como atestiguan sus magnitudes económicas.
Tras el fiasco, la familia Sanahuja perdió el control de algunos de sus más preciados activos, entre ellos el centro comercial Les Arenes, en la plaza de Espanya de Barcelona, y la promoción Finestrelles, la última gran reserva de suelo de la capital catalana, situada junto al hospital de Sant Joan de Déu.