La economía española sigue batiendo récords
A pesar de las predicciones de algunos medios, los informes de la OCDE y la Comisión Europea resaltan el crecimiento equilibrado de la economía española
Ciertos medios de comunicación anglosajones -especialmente los ingleses- han dado excesivo protagonismo al desafío independentista y sus supuestos efectos sobre la economía. Durante el mes de octubre, agencias de noticias, periódicos y revistas económicas supuestamente rigurosas predecían una depreciación del euro, un incremento de la prima de riesgo y una desaceleración brusca del crecimiento de la economía de España.
Por tercer año consecutivo, en 2017 el PIB español superará el 3%, un rendimiento que entre los países desarrollados solamente economías más pequeñas como Polonia, la República Checa y Suecia pueden presumir de igualar. Desde 2015, España está creciendo a un ritmo muy superior al promedio de la UE, la eurozona y de los países desarrollados en general.
La olvidada prima de riesgo se sitúa en 110 puntos. España paga solamente el 1,43% por vender su bono a diez años, menos de lo que exigen los inversores desde hace meses a países muy solventes como Canadá (1,88%), EEUU (2,41%), Corea del Sur (2,46%), Australia (2,52%), Singapur (2,11%) y Hong Kong (1,72%).
Hay voces que atribuyen el decrecimiento vertiginoso del coste de nuestro endeudamiento a la política expansiva del BCE y su programa de compra de activos. Si fuera así, la prima de riesgo española no hubiera superado a la baja a la de Italia (1,73%) y se estaría acercando a la de los miembros del núcleo duro de la eurozona del norte de Europa (Francia, 0,68%). Pronto podríamos superar al Reino Unido (1,33%), cuya economía se debilita debido al Brexit.
Los informes de noviembre de la OCDE y de la Comisión Europea resaltan el extraordinario crecimiento de nuestras exportaciones (un 6% en 2017), de la producción industrial y la contención de los costes laborales unitarios. La OCDE asimismo destaca que el endeudamiento de las empresas y familias ha descendido en una cantidad equivalente al 55% del PIB desde 2010. Los organismos multilaterales también enfatizan la solidez del modelo sostenible y equilibrado de nuestro crecimiento, cuyos motores son el sector externo, el consumo interior, la inversión y el turismo.
Sigue disminuyendo la tasa de paro. Oficialmente se sitúa en el 17%, pero la real es inferior debido a la economía sumergida. El continuado decrecimiento del desempleo, la previsión de inflación del 1,3% para 2018 y el mantenimiento de precios energéticos bajos sustentarán el consumo interno que la OCDE vaticina disminuirá. El déficit público se situará a finales de 2017 en el 3,2%, dos décimas por encima de lo exigido por el Pacto de Estabilidad y Crecimiento.
En los siete primeros meses de 2017, los turistas que visitaron España gastaron un 15,1% más respecto al mismo periodo de 2016. El número de turistas ascendió en un 11,6% en el primer semestre del año, superando las expectativas de los hoteleros y manteniendo una progresión que puede arrojar otro récord histórico (84 millones) después de los 75 millones de 2016. La OCDE anima al gobierno a invertir más en innovación y formación, especialmente para los trabajadores con menor cualificación.