La dación en pago

 

En estos momentos hay una iniciativa legislativa popular (ILP) que pretende conseguir un objetivo muy laudable y bonito: Que si yo no pago la hipoteca, el banco me embargue la casa y con esto quede saldada la deuda.

Esta iniciativa en primer lugar es contraproducente. ¿Por qué? Pues porque estimula la morosidad y beneficia a los incumplidores y, además, perjudica a los que pagan religiosamente, que son la inmensa mayoría de ciudadanos. ¿Cómo? Sencillo. Suponemos que yo vendo mi casa, porque me ha salido un trabajo fuera del país. Si me ofrecen más dinero del que me queda para pagar la hipoteca, la vendo y hago negocio, si no, le entrego en el banco y me queda cancelada la deuda. ¡Negocio redondo! ¿No?

En segundo lugar es una iniciativa antieconómica*. Porque supone que el banco, asume un riesgo, pero en cambio no obtiene los beneficios asociados a este riesgo. Si él participara de la revalorización del activo, quizás estaría de acuerdo en asumir las pérdidas, pero si éste se revaloriza (que es lo que pasó con la vivienda de 1996 a 2007 en España) el banco sólo percibe el interés fijado en el contrato.

 

En tercer lugar, es una iniciativa que llega a destiempo. Si se hubiera planteado antes del año 2007 cuando los bancos vivían su agosto y las ejecuciones hipotecarias no llegaban a 20.000 anuales en toda España, quizás se habría absorbido fácilmente. Ahora, con el sistema bancario español en estado de indigestión inmobiliaria y las ejecuciones multiplicadas por 4, quizás ya es demasiado tarde.

La cuarta razón por la que esta iniciativa no saldrá adelante, es la razón moral que se destila bajo sus argumentos («la crisis que la paguen los ricos»). Está claramente identificada con un determinado partido político con el que simpatizo a nivel teórico, pero que no es posible poner en práctica: La crisis no «la paga» un determinado colectivo, sino que la pagamos todos en función de nuestra exposición al riesgo.

En quinto y último lugar, una medida así, si se aprobara, no sólo perjudicaría a nuestro sistema financiero, sino que empeoraría el (ya insuficiente) crédito a las empresas y encarecería las hipotecas, puesto que a mayor riesgo, mayor tipo de interés. Y con unas hipotecas más caras, se reducirían las compra-ventas, y esto todavía deprimiría más el mercado inmobiliario, que todavía supone más de un 11% del PIB.

En definitiva, sigo pensando que la muy laudable ILP de la dación en pago, no impedirá el desahucio de miles de familias de este país, pero en cambio estimulará la morosidad, empeorará nuestro sistema financiero y perjudicará a todos aquellos que tienen que comprar un piso, encareciendo la hipoteca.

NOTA: (*)En economía, los riesgos y los beneficios son dos caras de una misma moneda y son directamente proporcionales. Si un activo nos ofrece un alto rendimiento, es porque tiene asociado un alto riesgo, como por ejemplo, las primas de riesgo de las deudas de los diferentes países de la UE, cuanto más alta la prima, más percepción de riesgo de impago de aquel país.