La Comunidad de Madrid como síntesis de la nueva derecha
El plan de gobierno de Isabel Díaz Ayuso es una declaración electoral de la nueva derecha española
El plan de gobierno de Isabel Díaz Ayuso ha de ser leído como una declaración electoral, en toda regla, de la derecha española, por si Pedro Sánchez aún tuviera la tentación de no llegar a armar su investidura el 23 de septiembre. En el gobierno de la Comunidad de Madrid, el PP, Ciudadanos y Vox se proponen como contrarelato al gobierno del PSOE.
Mientras Sánchez puede llegar a sentirse obligado a subir impuestos, en el caso de pactar con Podemos, Ayuso promete bajarlos. La presidenta de Madrid promete más España si se actualiza la financiación autonómica. Sánchez, bajo la presión de Cataluña y Valencia, busca la forma de reformarla. Ella quiere eliminar organismos públicos y Sánchez quiere descentralizarlos de Madrid.
Díaz Ayuso cree que la doctrina liberal descansa en la confianza en los individuos y menos en la posición tutorial del Estado. Sánchez mira que el Estado sea el garante para corregir la desigualdad. En definitiva, el programa de gobierno de Ayuso y, por extensión, el de la derecha, se mostrará como el más eficaz para España. La oposición a Sánchez comienza con el nuevo gobierno de la Comunidad.
La arquitectura política de la derecha en la Comunidad de Madrid descansa en la determinación de construir un bloque sólido frente al bloque en tensión de la izquierda y los independentistas. La inteligencia del PP es haber conseguido, por ahora, adherir a Ciudadanos y a Vox en una estrategia que los va fortaleciendo a medida que se va desarrollando.
La idea es simple. Siempre que la derecha pueda sumar, debe hacerlo frente al PSOE. Siempre que la derecha pueda situar al PSOE en la izquierda, debe hacerlo para evitar que ocupe el centro político y una parte de su espacio ideológico.
La Comunidad de Madrid debe ser la expresión de la voluntad de ser de la derecha española frente al proyecto totalizador del espacio político del PSOE. En septiembre iniciará el funcionamiento del Gobierno de Madrid y el Gobierno de España seguirá a la espera de ver cómo el PSOE construye la investidura de Sánchez con el apoyo, activo o pasivo, de Podemos, ERC, Junts per Catalunya, PNV y Bildu.
La única cuestión que Díaz Ayuso hoy no puede controlar es como afectarán los casos de corrupción al proyecto/escaparate diseñado por la nueva derecha.