La atracción de la CUP
El acuerdo entre ERC y la CUP supone un giro ideológico hacia una política económica alejada de los planteamientos de Pere Aragonès en la anterior legislatura
La estrategia de ERC se ha centrado en impulsar la vía amplia con el objetivo de debilitar la capacidad de negociación de Junts per Catalunya, abriendo las puertas a un futuro gobierno a la CUP y los comunes, lo que ha provocado que ahora ERC se encuentre atrapado bajo la lógica política de la CUP.
El acuerdo entre ERC y la CUP se basa en cuestionar la mesa de diálogo definida por ERC y el Consejo por la República de Junts per Catalunya y en imponer su agenda social, orientada a limitar la respuesta policial y judicial en los casos de desahucios de familias y personas vulnerables.
También en impulsar una banca pública y una renta básica universal, redefinir el modelo de intervención de los Mossos d’Esquadra eliminando las balas de foam, impulsar un plan de rescate social, alzar un muro institucional contra el fascismo y crear un plan de estabilización de los 90.000 interinos y temporales.
Estos son algunos de los acuerdos que permiten a la CUP determinar la política económica del gobierno que quiere impulsar ERC. El acuerdo solo podría quedar sin efecto si la negociación entre ERC y Junts per Catalunya incomoda a la CUP.
La importancia de este acuerdo radica en el hecho de que la vía amplia es esencialmente la vía de la CUP. Todo lo acordado implica un cambio de planteamiento económico defendido por Pere Aragonès en la anterior legislatura.
Supone, no tanto un giro social, sino un giro ideológico hacia una política económica basada en concentrar todos sus esfuerzos en determinar en qué se gasta el dinero público y muy pocos en estimular y ayudar a las empresas privadas para mantener su competitividad.
En su día, la atracción de la CUP supuso la desaparición política de Artur Más
Este giro ideológico representa para ERC articular acuerdos con la CUP en los municipios más importantes del área metropolitana de Barcelona de cara a las próximas elecciones municipales.
En su día, la atracción de la CUP supuso la desaparición política de Artur Más; ahora, puede llevar a ERC a una radicalización de sus objetivos sociales que trunque su estrategia de ampliar la base del independentismo.
Queda por ver hasta qué punto el acuerdo con la CUP es un movimiento táctico de ERC para debilitar la capacidad de negociación con Junts per Catalunya o una apuesta de fondo para forjar un gobierno anticapitalista y de confrontación decidida con el Estado español.