La Airef y Junqueras, ‘socios’ para frenar a Rajoy
Las autonomías han encontrado un socio en José Luis Escrivá, el director de la Airef, (Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal). No porque Escrivá ría las gracias a los consejeros autonómicos, o porque no sea duro al revisar sus planes presupuestarios. A Escrivá se le toma en serio y se le respeta porque pide también al Gobierno central la máxima transparencia, y exige que plantee cuentas «realistas», y que no cargue todo el peso, para reducir el déficit, en los gobiernos autonómicos.
Escrivá vivió este lunes un momento dulce, después de recoger el premio otorgado por el Instituto de Estudios Financieros (IEF) en Barcelona. El instituto se lo concedió por el apartado de comunicación, por saber ofrecer información, en muchos casos compleja, sobre las cuentas de todas las administraciones públicas. El propio director de la Airef reclamó una mayor transparencia a los gobernantes, y agradeció el galardón porque le «refuerza» en su intento de cotejar lo que pide Bruselas con lo que quiere transmitir el Ejecutivo de Mariano Rajoy.
Y es que la Airef fue una de las exigencias de la Comisión Europea, creada en 2013, tras el memorando firmado para recibir las ayudas por el rescate financiero. Escrivá debe fiscalizar las cuentas públicas porque Bruselas lo pide, pero el organismo no ha dejado de denunciar las trabas del Gobierno.
En el acto de entrega de los galardones concedidos por el IEF se vivió una escena ilustrativa. Escrivá departió buena parte de la velada por Oriol Junqueras, el vicepresidente del Govern, y consejero de economía. Mantienen una buena relación. Escrivá no ha dudado en reclamar los detalles de los planes presupuestarios de la Generalitat, pero también ha reclamado al Gobierno un sistema de financiación autonómico menos opaco, y que haga frente, de forma real, a las necesidades de las administraciones autonómicas.
Junqueras ha encontrado en la Airef a un ‘socio’ que le puede ayudar para reclamar al equipo de Cristóbal Montoro un trato fiscal más favorable. De hecho, aunque lo anunció el propio Montoro, la Generalitat todavía no ha logrado que los créditos a corto se hayan transformado a créditos a largo, con el ahorro en los tipos de interés que podría comportar.
La política catalana vive momentos convulsos, pero detrás de todo ese ruido, en un rincón, Junqueras hablaba con Escrivá exponiéndole cómo se ha reconducido la situación en las cuentas públicas.
Previamente, Junqueras destacó que el saldo en las operaciones no financieras a 30 de septiembre de 2015 era de -2.700 millones de euros, y que en la misma fecha en 2016 ha sido de 350 millones de euros. Se trata de una diferencia de más de 3.000 millones, en positivo, que equivale a una mejora notable en las cuentas de la Generalitat, producto de la evolución de la situación económica, y también del hecho de que, al no haber presupuesto, y ser el prorrogado del año pasado, la Generalitat ha podido ajustarse mejor, sin un aumento del gasto.
Aún así, en 2016 el déficit será del 1%, algo por encima de las exigencias de Hacienda. En ese rincón, en la Escuela de las Teresianas, donde se celebró el acto del IEF, Junqueras dejó entrever que está dispuesto a negociar, que tiene paciencia, y que, antes de que llegue la independencia –si llega—desea aparecer como el gestor de Cataluña. ¿Ha tomado nota la dirección del PDCAT de esa circunstancia?