José Luis Sanchis: »Rajoy no tiene ninguna opción, está fuera de juego»

El consultor que asesoró a Adolfo Súarez, experto en campañas electorales, autor del libro ¿De qué color llevaba Adolfo los calcetines?, sólo concibe al gobernante como "alguien activo, propositivo, que desea cambiar la situación de los ciudadanos"

Conversa con energía, con convencimiento de lo que ha aprendido, y de lo que ha podido poner en práctica. José Luis Sanchis (Castellón, 1943), acaba de publicar ¿De qué color llevaba Adolfo los calceltines (Península), un auténtico archivo de las estrategias que se pusieron en marcha en la transición, y que permitieron a Adolfo Suárez llevar a España a la democracia.

Sanchis muestra sus esquemas, sus propuestas, lo tiene todo conservado de aquella época, y, pese a su larga experiencia como consultor y experto en márketing político, y tras trabajar en 126 campañas electorales, se muestra sorprendido por la forma de gobernar de Mariano Rajoy. «No tiene ninguna opción, está fuera de juego», asegura, cuando se le pregunta por la posibilidad de que gane si se repiten las elecciones generales.

Eso da pie a una reflexión de Sanchis sobre lo que se considera ganar o perder en política. En una entrevista con Economía Digital, este consultor, que también asesoró a Jordi Pujol, señala con una voz cálida y a la vez severa: «A Rajoy le quedan menos de quince días, o menos, en todo caso, de cien días», si se convocan nuevas elecciones.

Ganar o perder

¿También en el caso de que ganara las elecciones? «Ese es el tema, qué se considera ganar o perder, porque para mí ganar es ser presidente del gobierno, y perder ser jefe de la oposición, y yo creo que, siguiendo ese esquema, no va a ganar, no será presidente del gobierno, está en fuera de juego», señala, tras una larga aseveración sobre la forma de actuar que debería tener cualquier gobernante.

Cuando se le pregunta sobre lo que le ha fallado al PP en esta legislatura, en la que se ha salido de una grave situación económica sin solventar todavía todos los estragos que ha causado, y asumiendo el latiguillo de los propios dirigentes del PP, que históricamente se han quejado de las dificultades para comunicar la obra de gobierno, José Luis Sanchis da un bote en el sillón y señala con claridad: «Lo que falla es la política, el contenido, no la comunicación política, aunque ésta ha sido mala, como se ha visto con el caso del ministro José Manuel Soria. Pero si no hay política no puedes hacer nada».

El reloj parado

Para Sanchis la apuesta de Rajoy pudo ser buena como jefe del gobierno, «pero no como país», al seguir a pies juntillas la política del «austericidio» marcada por la Comisión Europea. Y considera que la actitud pasiva, de esperar siempre, no es la adecuada. «El gobernante tiene que ser activo, el jefe de la oposición puede tener una posición de resistencia, pero no un gobernante. No le puede pasar como a un reloj parado, que, ciertamente, acierta la hora dos veces a lo largo del día. El contraste con Suárez es enorme».

Es esa su pasión. Sanchis desgrana a lo largo del libro todas las decisiones que se tomaban. Día a día. Los consejos y las alternativas que se le ofrecían a Adolfo Suárez, y como éste «acababa decidiendo, porque al final dependía de él». Pero todo estaba sobre la mesa, y ahora en un libro que significa una inmersión total en la transición. Curiosamente, o no tanto, Sanchis asegura que no ha leído «ningún libro» sobre Suárez, aunque sí conoce la obra de Gregorio Morán, que publicó su Adolfo Suárez, historia de una ambición, en 1979.

Operación Tarradellas

«Suárez dialogaba hasta la extenuación, creía que siempre se podía llegar a una salida, y se hizo, y se logró con Cataluña, por ejemplo», relata Sanchis, tras ser preguntado sobre cómo podría ahora Suárez solucionar el problema con Cataluña. «No se trata de explicar lo que ahora podría hacer, porque no existe, sino lo que hizo, porque actuó claramente», señala Sanchis, en referencia a la operación Tarradellas, el regreso del viejo president de la Generalitat, Josep Tarradellas, que se encontraba en el exilio, y que permitió el único elemento en la transición que conectó de nuevo con la II República, la recuperación de la Generalitat.

Produce vértigo ahora leer aquellos detallados informes. En uno de ellos, Sanchis y su equipo relatan «las contradicciones de Felipe ante el abandono del marxismo». Se señala, de acuerdo con las directrices de Adolfo Suárez, las actuaciones del PSOE y de su líder, Felipe González. Ya habían elaborado otro, previamente, en el que se ponían «en evidencia los procedimientos poco democráticos de los socialistas, aludiendo a la dictadura de Alfonso Guerra dentro del partido; a la inmadurez y falta de experiencia o a las contradicciones ideológicas».

En otros pasajes, se exponen «los complejos atributos de Suárez», con todas las debilidades y puntos fuertes. En los objetivos se exponían: «superar los ‘tics’ franquistas; consolidar su imagen democrática; que el pueblo le sienta más próximo; a la imagen de ‘recluido en la Moncloa’, oponer la imagen de un presidente que sale de la Moncloa y de la capital». Y se proponía asistir a eventos deportivos; o ir a ver la película El día del presidente, y «comentarla a la salida con el público asistente».

La nación catalana

Sobre Jordi Pujol, José Luis Sanchis no puede dejar de ofrecer su interpretación política. «Pujol logró lo que es ahora Cataluña, la idea de nación catalana, su importancia es enorme», asegura, sin entrar en los escándalos que luego se conocieron, en particular los que afectan a sus hijos. Lo que sí tiene claro es que la apuesta de Pujol por el proyecto independentista no ha tenido nada que ver con la investigación judicial. «Son líneas paralelas, que no se tocan, y que cada una tiene su tiempo y sus circunstancias», añade Sanchis.

¿Sobre el título del libro? En marzo de 1977, Sanchis, con solo 33 años, entra por primera vez en la Moncloa con la misión de aconsejar en materia de estrategia electoral al que sería el primer presidente de la democracia española, Adolfo Suárez. «¿De qué color lleva Adolfo los calcetines?», le preguntó al salir José Mario Armero, presidente de Europa Press.

«Está claro que Suárez nunca los llevó de colores», sonríe Sanchis, jugando con la portada del libro, en que aparecen unos calcetines rojos y amarillos.