Isabel Díaz Ayuso y el Estado español
El estado de alarma decretado en Madrid comprueba que el Estado actúa con todas sus capacidades cuando una comunidad pretende debilitarlo
La significación que tiene Madrid no solo viene determinada por su peso económico y demográfico sino también por su carácter simbólico. No actuar sobre la ciudad significa no actuar sobre la capital de España.
Es la ciudad donde reside el Gobierno, los gobiernos y la monarquía. Es la ciudad con el aeropuerto español que dispone de mayores conexiones internacionales. Es la ciudad donde se encuentran los principales medios de comunicación. En definitiva, es la ciudad que un gobierno no puede perder por un problema de competencias.
La crisis sanitaria de la comunidad de Madrid ha permitido intervenir la ciudad desde el Estado. Isabel Díaz de Ayuso, que formula su visión de España desde su inquebrantable unidad, ahora sabe cuál es la diferencia entre oponerse al gobierno de Pedro Sánchez u oponerse al Estado español.
La Covid-19 ha permitido aflorar una disputa de potencias sobre cómo debe ser gestionado el Estado. La posición de Ayuso permite observar hasta qué punto los argumentos de las competencias, las decisiones judiciales y las libertades individuales quedan subordinadas al poder del Estado.
El Estado se pronuncia, con su capacidad de acción política, frente a Pablo Casado, demostrando que ser presidente del Gobierno nada tiene que ver con ser el líder de la oposición a la hora de tomar decisiones. El estado de alarma decretado en la Comunidad de Madrid permite comprobar que el poder del Estado actúa con todas sus capacidades en el momento en que una comunidad pretende debilitarlo.
¿Qué imagen hubiera dado el Gobierno español en el mundo si la Comunidad rebelde de Madrid se hubiera salido con la suya? ¿En qué posición quedaría el Gobierno, en el caso de futuros actos de rebelión similares, si no actuara ahora enérgicamente para imponer su criterio? ¿Cómo se hubiera interpretado en Cataluña y en el País Vasco la victoria política de Ayuso de haberlo permitido el Gobierno español?
El estado de alarma permite controlar el virus de la Covid-19 y el virus de la insubordinación política
Todos estos aspectos trascienden de la cuestión sanitaria y, al mismo tiempo, permiten ver cómo se conducen los resortes del estado ante un acto que lo puede dejar en evidencia. Ahora sabemos que el estado de alarma decretado por el Gobierno español, previsto mantenerlo en principio durante quince días, permite controlar el virus de la Covid-19 y el virus de la insubordinación política.
Las declaraciones de Ayuso de que “ningún madrileño va a entender que se declare el estado de alarma” recuerdan a las manifestaciones de otros líderes políticos, cuando utilizan a los ciudadanos como herramienta para sus intereses partidistas.
La disputa entre la Comunidad de Madrid y el Gobierno español vuelve a poner sobre la mesa la potencia del Estado español, al margen de que sea PP o PSOE quien gobierne, para reconducir a aquellos que cuestionan, con sus actos, su razón de ser. Hoy sabemos que quien manda en Madrid, aunque solo sea durante quince días, es el Estado español.