Expongo:
Dado que se ha conocido que el Gobierno catalán destinará 56 millones de euros a una empresa llamada SPAN-air, «la de todos».
Dado que, cuando el gobierno se autodenominaba business friendly, nadie entendió que se pretendía la nacionalización de determinadas compañías.
Dado que este gobierno, autodenominado «el de los mejores», ha fichado a profesionales independientes y de prestigio que conocen perfectamente el campo donde les toca jugar.
Dado que diferentes expertos de la Generalitat consultados han desaconsejado hacer ningún tipo de aportación a dicha compañía por razones técnicamente inapelables.
Dado que de SPAN-air, «la de todos» fue comprada a cambio de un solo euro a su antigua propietaria la aerolínea SAS, que no es precisamente un pardillo en el campo de la aviación (*) .
Dado que la situación financiera de la Generalitat es, según palabras del propio Gobierno catalán, «extremadamente delicada».
Dado que otros sectores, mucho más importantes que la aviación, como la sanidad, la educación o la investigación están sufriendo graves problemas de financiación y que el resto de organismos públicos, privados e incluso concertados que dependen de la Generalitat, han sufrido recortes de sueldos, gastos corrientes e inversiones.
Dado que ninguna otra aerolínea solvente, ni fondos de capital riesgo, ni nadie que conozca el sector aéreo (que se lo pregunten a Quercus Venture Capital) ha querido adquirir SPAN-air «la de todos» desde que se hizo cargo el consorcio público-privado catalán Iniciatives Empresarials Aeronàutiques (IEASA).
Dado que la compañía pierde 140 millones de euros cada año desde el año 2007.
Dado que el coste por AKO (1) de la compañía es el 50% superior al de sus competidores.
Dado que el dinero público que se han destinado a esta SPAN-air (176 millones de euros) tienen un coste de oportunidad extremadamente alto.
Solicito:
Que se haga un recorte de altos cargos de la compañía SPAN-air, «la de todos», de entre un 25% y un 30%, similar al realizado por la Generalitat.
Que el salario de los primeros ejecutivos de la compañía sea como máximo el mismo que el del Presidente de la Generalitat (es decir, que se lo reduzcan entre 200.000 y 300.000 euros anuales).
Que el resto de la plantilla (directivos y también algunos pilotos con sueldos de 100.000 euros anuales) sufran recortes equiparables al resto de empleados del sector público catalán (médicos, policías, otros funcionarios, personal laboral, etc.).
Que obliguen a la compañía a adoptar el catalán normativo como lengua oficial y dejen de utilizar «el catañol», y que como muestra de lo que han aprendido traduzcan correctamente el lema de la compañía (**)
Que sobre todo, sobre todo, sobre todo y por encima de todas las cosas, dado que SPAN-air quiere convertirse en la aerolínea de bandera de Catalunya, es necesario que haga un acto de contrición y se cambie el nombre comercial para pasar a llamarse CAT-air.
Barcelona, 2 de octubre de 2011,
Jordi Garcia Serra,
Economista
(*) Aquí sería aplicable la frase, «comprar duros a cuatro pesetas», pero lo que no queda claro es quien hizo el negocio, si los suecos o los catalanes.
(**) La palabra castellana «todos» es equivalente al término catalán «tots» excepto cuando se utiliza como pronombre, entonces equivale a «tothom», no a «tots».