Incluso con Vox el mapa es de centro
Aparece el minipartido Vox y el PP se desasosiega, pasa a otro plano Mayor Oreja y el PP se pone a la defensiva, del mismo modo que UPyD tiene en guardia a todos e IU inquieta al PSOE. En toda la Unión Europea, las elecciones parlamentarias de mayo se han convertido en el escenario premonitorio de un deterioro del centro-derecha y del centro-izquierda, con ventaja para los extremos y el populismo. Pero quizás no sea así.
Previsiblemente, el PPE –el centro derecha– y el PSE –centro-izquierda– padecerán un voto de castigo, a consecuencia de la crisis económica y el descrédito de la política, pero no se supone que la suma de los escaños de ambas formaciones europeas deje de constituir el eje central del nuevo Parlamento Europeo. Para Marine Le Pen y sus aliados, obtener 25 escaños no será tan accesible como se supone.
En España, centro-derecha y centro-izquierda no han dejado de sumar de forma homologable. Los sociólogos nos dicen que el electorado español se sitúa más bien en el centro-izquierda aunque en esa franja céntrica se ha venido produciendo constante fluidez.
Si hablamos de elecciones al Parlamento Europeo, en 1987 –con 60 escaños que votar– el PSOE obtuvo 28 y la Alianza Popular de Fraga se quedó en 17. Para el PSOE fueron siete millones y medio de votos. Dos años después, el PSOE tuvo 27 y lo que ya era el PP bajó dos, con un total de escaños que seguía en 60. Sorprendentemente, la candidatura de Ruíz Mateos alcanzó los dos escaños.
En 1994, tras una larga travesía del desierto, con 28 escaños el PP rebasó al PSOE en seis. Estaban en juego 64 escaños. Los mismos se votaron en 1999, y el PP –con 27- sacó tres de ventaja al PSOE, una candidatura que, por cierto, encabezaba Rosa Díez. A España también le correspondían 64 escaños.
En 2004, de un total de 54 escaños, el PSOE sacó 25 y el PP, 24. En las elecciones de 2009, los escaños que distribuir eran 50: el PP obtuvo 23 y el PSOE, 21. Estas cuantificaciones pueden ser matizadas si hablamos en número de votos y tenemos en cuenta el resultado de los partidos minoritarios.
En mayo, en la circunscripción única de España, de nuevo se dirimirán 54 escaños. En los últimos meses, las encuestas han sido de proporción movediza, pero siguen dando un mapa compartido fundamentalmente por PSOE y PP.
En general, la ventaja hasta ahora ha sido para el PP. Ambos partidos pierden algunos escaños que se redistribuyen entre los partidos minoritarios, por lo que al final puede ser decisivo el porcentaje de abstención. Razonablemente, la recuperación económica tendría su efecto, en España y en toda la Unión Europea. Los populismos cabalgan, pero no representan el apocalipsis.