Herederos de ETA…¿o usufructuarios?

A los de Bildu no les llamaría herederos de ETA, sino afortunados usufructuarios de una tragedia que ellos son los únicos que no han padecido y que en cambio rentabilizan

Leo con curiosidad e interés que la portavocía de Bildu en el Congreso ha protestado formalmente por ser tratados de “herederos de ETA”, cosa que al parecer consideran un “insulto”. Bueno, después de pensarlo un rato, y ahora que mi reciente orfandad ha aumentado mi conocimiento de en qué consiste exactamente heredar, puedo estar hasta medio de acuerdo con la señora portavoz de Bildu. Yo no les llamaría herederos de ETA. Son algo mucho peor: son usufructuarios de la herencia de ETA. Cuyas cargas (cuyos muertos) ha pagado y paga otra gente y políticamente soportamos todos los demás, mientras ellos se limitan a disfrutar los macabros réditos políticos. ¿Se acuerdan de aquello del árbol y las nueces?

Todos los españoles somos, muy a nuestro pesar, herederos universales de todas las barbaridades que se han hecho en nuestro país, barbaridades cuyo negro impuesto de sucesiones pesa sobre nuestras espaldas, lo queramos o no. Muchísimos muertos y desaparecidos durante la guerra civil habrían preferido estar en cualquier otro momento o lugar. Infinitos represaliados por el franquismo.

Centenares de asesinados por ETA con la excusa de combatir a ese mismo franquismo, sin querer ver/reconocer/admitir que ni el mismísimo y endiosado atentado contra Carrero Blanco alteró lo más mínimo el curso de la Historia, y ya no te digo toda la matanza posterior cometida en democracia…

Luego están los famosos “presos” de ETA. Esos mismos presos a los que se homenajea cada vez que cuatro de Bildu quedan para merendar -y luego se quejan de que les asocien con el tema-, que nunca han pedido perdón a nadie por nada, que en muchos casos siguen negándose a colaborar con la justicia para esclarecer crímenes pendientes.

Y que por mucho que hayan sufrido y todavía sufran -aquí donde me ven, me doy cuenta de que una persona encarcelada sufre…sobre todo si es el típico iluminado al que enredaron de muy joven para hacer algo que ahora ya no haría…-, lo cierto es que ellos tuvieron el privilegio enorme de poder elegir. Si querían vivir peligrosamente, sectariamente, asesinamente, o no. A las víctimas no les preguntó nadie si estaban dispuestas a dar la vida por determinada causa o determinado efecto. Se la quitaron y ya está. La vida, digo.

La portavoz de EH Bildu Mertxe Aizpurua. EFE/Chema Moya

Esto no son opiniones. Son hechos. Puestos a opinar, yo también creo que no tiene mucho sentido permitir la legalización de Bildu y luego escandalizarse de que estén en las instituciones. Haberlo pensado antes. Los que lo permitieron, digo. Los que no, algún derecho tendremos a criticar algo, ¿no?

A criticar por ejemplo la nauseabunda justificación de que “mejor que cojan los escaños que las armas”. No te fastidia. Claro. ¡Pues ya sé lo que tengo que hacer para tener una brillante carrera política! Mañana cuando vaya al Parlament le mango una pistola al Mosso de la puerta, me lío a tiros en el hemiciclo, me cargo, pongamos por caso, a Laura Borràs, y exijo que me hagan a mí presidenta del Parlament a cambio de deponer las armas.

Que conste que pongo el ejemplo de Laura Borràs porque, contra lo que pudiera parecer, confío más en el sentido del humor de ella que en el de otra gente para discernir que esto no es una apología de su magnicidio. Todo lo contrario, le deseo larga salud…lejos de la política si es posible.

Volviendo a Bildu, desde el momento en que son un partido político, o una coalición política, legal, no queda otra que tragárselos. Pero digo yo que se les podrá criticar al menos. Más en esta España que se nos está quedando, donde a la mínima te llaman facha, heredero del franquismo, genocida…y hasta puta y borracha, si te descuidas.

Pero insisto, ahora que me voy versando en la ciencia de heredar, a los de Bildu no les llamaría herederos de ETA (lo que pesadamente y negramente somos todos los demás), sino afortunados usufructuarios de una tragedia que ellos son los únicos que no han padecido y que en cambio rentabilizan. Y cómo.

Ya lo dice mi adorada, valiente, luminosa Maite Pagaza: que no nos reescriban el pasado encima. Que no engañen a nadie, menos que a nadie, a los jóvenes. Que aquí estamos los que tenemos memoria histórica siempre, no en días alternos, para no dejarles pasar ni una. Y si les da vergüenza su pasado, mejor que intentar cambiarlo, que prueben a pedir perdón. Que eso es lo único que no se les ha ocurrido nunca.