Hay Sánchez para rato
Aunque probablemente no lo convoque, el gran beneficiado de un adelanto electoral sería Pedro Sánchez
Habló el CIS. Tal como era de suponer, Pedro Sánchez consigue que el PSOE suba como la espuma. Tal como pronosticábamos, ensancha su espacio tanto o más por el centro que por la izquierda.
En relación al anterior sondeo del propio CIS, el PSOE sube casi ocho puntos, mientras los otros tres pierden nueve puntos y medio en total: PP tres y medio, Podemos cuatro y C’s dos.
El ‘efecto Moncloa’ existe y desequilibra la balanza a favor del PSOE
Naturalmente, existe un ‘efecto Moncloa’. El triunfo de la moción de censura castiga fuerte a los populares y tira fuertemente del PSOE.
También puede hablarse del efecto luna de miel, reforzado en este caso por la buena administración de los nombramientos de ministros que asentó a Sánchez en su nuevo puesto.
Todo el mundo destaca asimismo que cuando los populares eligieron a Pablo Casado como nuevo presidente, el trabajo de campo ya había concluido. Es pronto pues para calibrar el efecto de la novedad y el nivel de acogida del giro a la derecha.
Ciudadanos dejará de contar con los apoyos que tuvo en su mejor época
Lo que más sorprende en el sondeo es la resistencia de Albert Rivera. ‘Sólo’ pierde dos puntos, pese a que el electorado ya ha dejado de considerarle de centro para situarle en la derecha, que es donde corresponde.
PP y C’s empatarían en el peor momento de PP. Será interesante observar de qué lado se inclina el pulso entre Casado y Rivera. No les quepan muchas dudas que va a ser a favor de Casado.
Quienes apoyaron a Ciudadanos, el “Podemos de derechas” ya no tienen el menor interés en seguir haciéndolo. En primer lugar, porque Podemos ya no representa una amenaza para el sistema. En segundo, porque Sánchez no impulsa un cambio sino unas tímidas y aceptables reformas.
El desplazamiento a la derecha C’s le va costar voto centrista que volverá al PSOE. A Rivera le va a resultar poco menos que imposible competir en credibilidad derechista con el PP.
Aunque no se equivocara tanto como ha hecho, los focos que tanto alumbraron a Rivera se irán apagando paulatinamente a favor de Casado. El pronóstico del desempate a favor del PP es de primero de bachillerato político. C’s se expandió en calidad de almacén temporal de votos populares descontentos.
Pedro Sánchez tiene recorrido por el centro
Pedro Sánchez dispone de recorrido para reforzarse. Previsiblemente, y a pesar de las amenazas de la “Crida” puigdemontista, conseguirá en otoño los apoyos independentistas que se le negaron en verano. Ahora Sánchez les necesita. En cuanto se refuerce, puede que ya no.
Podemos dispone de menos margen que los demás para provocar, no ya la caída de Sánchez sino el hundimiento de Pablo Iglesias al ser señalado como culpable de un adelanto electoral.
Quien sacaría más rédito de un adelanto electoral sería Pedro Sánchez
Lo único que está en manos de Podemos, si no quiere seguir hundiéndose, es marcar un claro perfil de izquierdas y renovador, para lo cual necesita tiempo.
De modo que, en conclusión provisional, dadas la inestabilidad política y la volatilidad del electorado, quien sacaría mayor provecho de un adelanto electoral sería el propio Pedro Sánchez.
De mantener los apoyos que le elevaron al poder, lo más previsible es que no adelante. Sería visto como un oportunista y a buen seguro prefiere pasar por estadista.
La gran perdedora de este sondeo del CIS es la derecha, que pierde seis puntos
El rumbo del gobierno transcurre por márgenes muy estrechos, dado el ambiente político y los posicionamientos de sus socios, pero dispone de margen por el centro.
La derecha en conjunto pierde casi seis puntos en relación con el sondeo anterior. El mismo bajón si comparamos el sondeo actual del CIS con el resultado de las elecciones de junio del 2016.
Si Casado le come espacio a Rivera, el PP se consolidará como segunda fuerza, pero de ahí a contar con perspectivas de victoria electoral media una distancia que parece inalcanzable sin un viaje al centro que Casado no se puede permitir mientras Rivera le pise los talones.
El escenario catalán
La particular batalla entre las dos formaciones independentistas se decanta de manera contundente a favor de Esquerra Republicana y los partidarios de la estabilidad. Mejor para Sánchez si los de Puigdemont se dividen o incumplen sus amenazas por miedo a dividirse.
El efecto luna de miel que ha disparado a Sánchez suele ser efímero, pero en la actual coyuntura puede prolongarse bastantes meses.
Si la derecha no recupera posiciones de modo claro, y no parece que esté en condiciones de hacerlo, y si Sánchez no se precipita, puede alcanzar una victoria que le proporcione un mandato cómodo de cuatro años. Cómodo, o mucho menos incómodo que el actual.