Grandvalira invierte 9,2 millones para consolidar su liderazgo pirenaico

La estación andorrana de Grandvalira se ha puesto a punto para la apertura de sus instalaciones, prevista para el 29 de noviembre. Con tal finalidad, ha acometido una inversión de 9,2 millones de euros, de los cuales corresponden 4 millones a las pistas e infraestructuras, 2,5 millones a los restaurantes y el resto a zonas, productos y servicios para familias y niños.

Entre las novedades que los amantes de la nieve tendrán a su disposición figura la oferta de esquí nocturno de La Solana, en Pas de la Casa, que funcionará los fines de semana de 5 a 9 de la noche. Dicho servicio se complementará con el restaurante Cala Bass Beach Club-Costa Rodona, situado al pie de las pistas. Este refuerzo eleva a más de 100 millones la inversión que Grandvalira lleva desembolsada en los últimos diez años.

Grandvalira es el nombre que aglutina las estaciones de Encamp, Canillo, El Tarter, Soldeu, Grau Roig y Pas de la Casa, todas ellas conectadas entre sí con remontes y telecabinas. Su origen data de 2003, cuando se unieron dos estaciones históricas del Principado, Pas de la Casa-Grau Roig, fundada en 1956, y Soldeu-El Tarter, creada en 1964.

El enlace significó crear la mayor estación del Pirineo y una de las mayores de Europa, con un total de 118 pistas aptas para todos los niveles, y un forfait único para todo el recinto invernal. Grandvalira se ufana de contar hoy con la oferta más amplia del sur de Europa.

El complejo incluye 210 kilómetros de pistas, abastecidas en dos terceras partes por un batería de 1.027 cañones que garantizan la presencia de nieve de forma permanente durante toda la temporada. Así mismo comprende 64 telecabinas, telesquíes y remontes, con capacidad para transportar más de 100.000 personas por hora, un flujo que no alcanza ninguna otra estación de la Península Ibérica. La oferta se completa con un surtido de más de 40 restaurantes de cocina variada. El complejo da empleo a más de 1.200 personas en temporada alta, 250 de ellas fijos.

Para 2014/2015, la empresa espera vender más de 1,6 millones de forfaits. Dicho registro la sitúa en el podio de las veinte mayores estaciones de las 2.500 existentes en el mundo.

La mitad de la clientela es española. De ésta, el 50% proceden de Cataluña y el resto de Madrid, Valencia y zona norte del país. En el otro 50% destacan franceses, rusos e ingleses, y de forma incipiente escandinavos, polacos, israelíes y portugueses. La clientela indígena se limita al 5%.

El volumen de negocio de Grandvalira, sin incluir el parque de hoteles que lo rodea, asciende a más de 55 millones de euros anuales.