Gobiernos que no gobiernan

Hablando de política, en tiempos de la guerra fría solía decirse que en Moscú no se sabía nada y se entendía todo mientras que en Roma se sabía todo pero no se entendía nada. Es cierto que la inestabilidad política ha sido algo habitual en la vida pública italiana, con lo que la llegada de Matteo Renzi sigue siendo parte de todo lo que no se entiende sobre Italia. No vayamos a asombrarnos si luego aparece un payaso como Grillo y se lleva un montón de votos.

Pero para quienes admiren la inteligencia italiana, sigue siendo una política poco noble qué un miembro del centroizquierda como Renzi –alcalde de Florencia- apuñale ante las cámaras al primer ministro de su mismo partido, Enrico Letta. En fin, Renzi va a ser el primer ministro más joven de Italia. ¿Y si resulta ser uno de los más breves?

 
Tal vez sólo Renzi puede tener la seguridad de que, con su nuevo gobierno, las cosas vayan a cambiar

Cuesta creer que todo se deba únicamente a la incierta política económica de Letta. Más bien, estamos ante un clásico de la puñalada por la espalda. Así parecen verlo no pocos analistas y –según las primeras reacciones– sectores de la sociedad italiana. ¿Qué otro acicate necesitan los nuevos populistas?

Al conformarse el gobierno Letta, un espléndido editorial de Il Corriere habló de la hora de los moderados. Ha durado poco. Reaparece el espeso embrollo post-Berlusconi y la economía no levanta cabeza. Tal vez solo Renzi puede tener la seguridad de que, con su nuevo gobierno, las cosas vayan a cambiar. Transitoriamente, el centro-izquierda mantendrá el poder sin tener que convocar elecciones generales. ¿Hasta cuándo? ¿Cómo enjuiciarán los votantes del Partido Democrático algo tan feo?

Todo tiene el dudoso perfume de los abusos partitocráticos, una de las causas más obvias del desprestigio de la política. Y ahí aparece Renzi, joven, antiguo concursante de televisión, mediático, osado y de poca sustancia. Lo prometerá todo y, según es costumbre, no hará nada, salvo retrasar la llamada a las urnas.

 
Letta se ha retirado con gran dignidad, sin haber tenido tiempo de poner a prueba su estilo político

Durante largos años acostumbraba a decirse que Italia funcionaba mucho mejor cuando no tenía gobierno. Fue un tópico de tertulia. Muy al contrario, todo país funciona mejor cuando tiene un gobierno que gobierna. A saber qué credibilidad y qué margen de tiempo van a tener las reformas que anuncia Renzi. Habrá que leer en su día las memorias de Giorgio Napolitano, presidente de la república, si es que finalmente las escribe.

Enrico Letta se ha retirado con gran dignidad, sin haber tenido tiempo de poner a prueba su estilo político. Aunque es un hecho que no llegó al poder después de un veredicto de las urnas, sino por atajo partitocrático. Italia es la tercera economía de la eurozona. Bruselas ya ha advertido de que seguirá exigiendo rigor en la política económica de Roma. Algo van a decir los mercados. A Renzi se le ha comparado a Tony Blair. Ya se sabe: todas las comparaciones son odiosas.