Formar emprendedores no es fomentar el emprendimiento
Diariamente, por mi labor, me toca leer o analizar lo que se está llevando acabo en materia de emprendimiento en España, concretamente en las aceleradoras, incubadoras, viveros de empresas, parques tecnológicos y universidades.
Todo lo que se viene a llamar los miembros del Ecosistema Emprendedor.
El punto central de sus «anuncios o reclamos» se basa en la inversión que se va a destinar a los emprendedores si entran o son elegidos para sus programas. Esta inversión, en especie, en la mayoría de los casos, está enfocada a cursos de formación generalistas y aquí es donde yo digo rotundamente, que formar a emprendedores no es fomentar el emprendimiento, por un montón de razones. Y es que un emprendedor es aquel que hace, que trabaja y construye empresa, un emprendedor no es aquel que tiene en mente desarrollar la idea del millón de dólares.
Y es que todo este ecosistema, el 95% público o participado por entes públicos, ha visto el negocio de la formación, a través de los Fondos Feder, de la Unión Europea. El Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) es un instrumento financiero de la Comisión Europea cuya finalidad es la ayuda para el desarrollo económico de las regiones deprimidas de la Unión Europea. Estos fondos son subvenciones a fondo perdido, siendo gestionados directamente por las administraciones públicas (central, autonómica y local) teniendo cada una de ellas un cupo de fondos asignado a priori para realizar proyectos en la zona. El objetivo del FEDER sería desarrollar los principios económicos en los que se basa la zona monetaria óptima para que todas las regiones de la Unión Europea converjan al mismo nivel de desarrollo, y permita fortalecer la moneda y la posición económica de Europa.
Como ejemplo, podemos citar el nuevo vivero de empresas que el Ayuntamiento de A Coruña está impulsando en el Bulevar del Papagayo, con una inversión superior a un millón de euros, financiado con fondos Feder y donde se va a dar formación. Pero es que el ayuntamiento coruñés ya tiene otros viveros y conocemos los resultados.
Como anécdotas puedo contar dos reuniones que he mantenido, una con un alto directivo de Google, en el transcurso de la cual me comentaba su descorazonador encuentro con las universidades públicas españolas, donde un experto europeo en transferencia de tecnología no terminaba de entender que los objetivos marcados por las universidades no fuese el retorno económico obtenido por sus spin-off o grupos de investigación, sino la obtención de un mayor número de subvenciones. Inicialmente, el experto creía que era un problema de entendimiento idiomático, pero no.
Por otro lado, en una reciente conferencia mantenida con un directivo español, afincado en Palo Alto, California, sede de las grandes empresas tecnológicas, éste expresaba su malestar por el deterioro de la marca emprendedora España, sufrida en los últimos años, al empujar todo este ecosistema emprendedor nacional a hacer las Américas, con startups sin tracción y menos de dos años de vida. De esta forma se están cerrando las puertas a nuevos emprendedores.
Y es que formar, enseñar, dar conocimiento es necesario en fases tempranas o en determinadas fases, pero no en la fase de producto, de empresa, de servicio, porque ahí, el emprendedor, que ya lo es, debe utilizar el 100% de su tiempo a la empresa. Y, en el siguiente orden, a validar modelo de negocio, creación de prototipo, crear tracción, coste de cliente, etcétera.
Si por el camino necesita algún conocimiento, será siempre sobre el proyecto en marcha o contratará a alguien que desarrolle esa fase. En definitiva, que España sigue formando grandes teóricos, excelentes trabajadores por cuenta ajena, retrasando su salida al mercado, pero no creando emprendedores y ayudando a crear empresa y tejido empresarial.
Adelante.
Manuel García es socio y director de Zarpamos Aceleradora y autor del blog http://www.manuelgarciagarcia.es