Fer un pensament
Los catalanes tienen esa expresión, "fer un pensament", que evidencia la necesidad de hacer algo ante la inacción del Gobierno español
Cada lengua tiene términos particulares, expresiones que son intraducibles a otros idiomas y que, sin embargo, son capaces de establecer el carácter de una nación a los ojos de los forasteros. Son términos y expresiones cuyo acierto consiste en que son identitarios y muestran el temperamento y la idiosincrasia de su gente. Incluso los hay que son propios de una ciudad concreta, como es el caso del término parisino flâner, que designa el espíritu del paseante al deambular por las calles, sumergiéndose en la belleza de los rincones de la ciudad.
A los que caminan sin propósito se les llama flâneurs. También es característico el término italiano aggiornamento, que los políticos utilizan constantemente para mostrar sus ansias de actualizarse y ponerse al día. En Cataluña tenemos la expresión fer un pensament que consiste en reflexionar y tomar una decisión; decidirse a hacer algo.
Fer un pensament equivale ahora a la idea de irse, de hacer otra cosa desde Cataluña
Es una frase hecha que, en más de una ocasión, nos ha permitido actuar con decisión: por ejemplo, cuando murmuramos a nuestra pareja fem un pensament? para advertirle que deberíamos irnos por fin de una cena que se prolonga de manera interminable, sin indisponer a los anfitriones. La utilizamos al evaluar una situación que queremos evitar o dar por terminada y hacerlo con educación y discreción. Un lugar común para los catalanes que resulta indescifrable para otras culturas. Una expresión elegante para designar que ha llegado el momento de irse, de marchar, de hacer otra cosa.
Asi pues, el gobierno español debería fer un pensament para abandonar una posición que, cada día que pasa, da más impulso, ya no al independentismo, sino a aquellos que ven en él la única forma de hacer despertar al estado español.
Cada vez hay más catalanes que se preguntan si no «fer un pensament» ante la inacción del Gobierno de Rajoy
Empieza a haber demasiados catalanes que, viendo el tedioso diálogo entre Cataluña y España, se preguntan si no es el momento de fer un pensament; ¿Nos vamos? para evidenciar, no la ruptura con España, sino su disconformidad ante su inacción. La política española, cada vez más sugestionada por su propio poder, está perdiendo la perspectiva de la situación.
Parece haber llegado a la convicción de que es preferible multar al accidentado que evitar la colisión. Las últimas encuestas publicadas indican que cada vez son más numerosos los catalanes que quieren un cambio de actitud del gobierno español, considerando que debe orientar una salida a la situación actual. Según reflejan las encuestas, el 1 de octubre, con urnas o sin ellas, mostrará la incapacidad de ambas partes para dar sentido a una nueva relación entre Cataluña y España.