Los libros del proceso catalán
La literatura se ha nutrido y ha alimentado el proceso catalán, reflejando la necesidad de entender y explicar la complejidad del asunto
Ensayos políticos, económicos, sociológicos e incluso desde el campo de la bioneurología han intentado explicar las razones y las motivaciones del llamado «proceso catalán».
Los podemos encontrar en contra y a favor. También intentan ponderar errores de una y otra parte.
Los títulos son elocuentes. Entre ellos cabe destacar La conjura de los irresponsables de Jordi Amat, La tardor catalana de Quim Curbet, Qué está pasando en Cataluña de Eduardo Mendoza, La catalanofobia, una cuestión de Estado de Andreu Marfull Pujadas, De héroes y traidores de Santi Vila, Cómo ganamos el proceso y perdimos la república de Josep Martí Blanch, El sanatorio de Nuria Amat (novela) o Empantanados de Joan Coscubiela.
Esta gran producción de ensayos sobre el proceso permite deducir que nos encontramos ante un género ensayístico en sí mismo.
La evolución temática
En 2012 los ensayos que se publicaron sobre dicha temática se centraban en dotar de argumentos económicos, jurídicos e históricos a una agenda política soberanista con el fin de darle sentido.
Eran obras dedicadas a fortalecer la idea de que la deriva política era producto de la falta de sensibilidad española en relación a las necesidades políticas de Cataluña.
Los ensayos de hace cinco años querían dar sentido a la agenda soberanista
En 2014, coincidiendo con las celebraciones de 1714, se unieron a los ensayos un buen número de novelas y reediciones para celebrar y abordar los 300 años del setge de Barcelona.
Cinco años después del 2012, no han cesado de publicarse ensayos basados en la recuperación de autores como Josep Pla, Joan Estelrich, Joan Maragall o Vicens Vives para poder explicar los actuales acontecimientos.
Los motivos de la demanda
El crecimiento de la oferta editorial sobre el conflicto catalán ha producido una evolución temática de los ensayos que se ha materializado al pasar de exponer solo los beneficios del proceso en 2012, a mostrar sus contradicciones y errores en 2018.
Podríamos llegar a afirmar que ningún otro acontecimiento político y social ha tenido a tantos políticos, intelectuales y periodistas trabajando para intentar arrojar luz sobre un conflicto que aún no ha terminado.
La energía destinada a este gran esfuerzo para explicar el proceso se debe a varias razones. Por un lado, a la necesidad de defensa o de ataque tanto de un bloque como del otro.
Por otro, el interés y la demanda de los lectores para comprender un conflicto que provoca una gran avalancha de acontecimientos que exigen la implicación emocional de los propios ciudadanos.
Por último, la enorme confusión que ha generado el proceso desde su inicio, que obliga a intentar dar sentido político, jurídico, histórico y social a lo que está ocurriendo. El próximo 11 de septiembre se podrá ver hacia dónde bascularán las nuevas ofertas editoriales.
En todo caso, es bueno recordar la observación del filósofo José Luis Pardo cuando dice: “sólo se hace historia de las cosas que han muerto, y es imposible saber si se hace su historia porque han muerto o mueren porque se hace historia”.