La tercera vía y su plasmación

Se necesita una tercera vía que no exprese el compromiso entre los dos extremos, sino la superación de ambos

No hay duda de que la tercera vía no es la corriente principal sino un afluente que debería llevar sus ideas políticas hacia ella para transformar y enriquecer las aguas/políticas. No se trata de un espacio equidistante entre el independentismo político y el constitucionalismo, o entre la DUI y el artículo 155, como algunos han tratado de definirlo.

La tercera vía es una actitud frente al conflicto entre Cataluña y España que tiene cauce propio, pero atención: dicho cauce no pasa por Madrid sino por Cataluña. Y pasa por Cataluña porque no es posible avanzar en un espacio de diálogo con España que no sea capaz de conseguir antes un sólido acuerdo entre las fuerzas políticas catalanas.

Algunos defienden que la tercera vía requería una propuesta de Madrid; para otros, la tercera vía es un proyecto en sí mismo 

Algunos han defendido que la tercera vía requería una propuesta de Madrid para darle forma e impulso a su proyecto político; para otros, la tercera vía es un proyecto en sí mismo que no se orienta condicionado a Madrid sino por lo que necesita Cataluña. Como espacio político tiene expresión en sí mismo pero también tiene que ser capaz de incidir en la visión de los partidos políticos que son representados en el parlamento de Cataluña.

De la misma forma que el Pdecat ha postulado un retorno a la constitución sin renunciar la independencia y al estado de derecho, ERC busca la mejor forma para poder gobernar Cataluña sin renunciar a su ideario y el PSC ha convertido la tercera vía en su contribución al debate para determinar el camino a seguir para solucionar el conflicto entre Cataluña y España, también Ciudadanos podría avanzar hacia una visión catalanista del problema que le permitirá contribuir y hacer gobernable Cataluña sin renunciar a sus postulados críticos contra el independentismo. Con su pequeño pero potente y plural cauce de ideas y actitudes, la tercera vía es expresión directa del catalanismo.

La tercera vía es, con su pequeño pero potente y plural cauce de ideas y actitudes, una expresión directa del catalanismo

Las elecciones del 21 de diciembre han arrojado un claro mandato de los ciudadanos a los partidos y dirigentes políticos, señalando que Cataluña solo podrá ser gobernada si hay un acuerdo superador de la dinámica ya agotada basada en establecer bloques y antagonismos. Los resultados muestran que una mitad de los catalanes defiende la dignidad de sus instituciones, de sus políticos y de sus votos mientras que la otra mitad advierte que no hay sólo esa Cataluña. Ello obliga a todos los partidos mirar hacia esa Cataluña claramente plural, antes de mirar hacia Madrid. El mandato sitúa a la tercera vía como una de las expresiones del nuevo tiempo político, no para designar un acuerdo vacío, ornamental y de falso consenso, sino como expresión del catalanismo del siglo XXI en el que, para poder modernizar España, habrá que dar antes los instrumentos para modernizar Cataluña.

La crisis en Cataluña puede ser vista como algo limitado sólo a Cataluña o como el síntoma de la necesidad de reformas que precisa España. La situación catalana permite aseverar que son las dos cosas a la vez y que, consecuentemente, deben haber posiciones críticas y a la vez constructivas que abran nuevas vías de interpretación del problema, del desafío catalán.

Los resultados del 21-D obligan a mirar hacia Cataluña antes que hacia Madrid 

Una de esas nuevas claves de lectura la encontramos en la repetición y asimilación del término reconciliación, impulsado por Miquel Iceta, al que podríamos sumar reconocimiento y reconstrucción como triada del nuevo tiempo político. Acabadas ya las elecciones y la batalla electoral, estos tres términos deberían ser aplicados también a España en la medida de que Cataluña sepa liderar su causa dentro de la propia Cataluña.

La tercera vía que contemplo como la mejor capacitada para contribuir a dar una salida al conflicto entre Cataluña y España es la que defino a continuación:

Ampliando la expresión de Norberto Bobbio, entendiendo la tercera vía no comotercero/entre sino como tercero/más allá, la tercera vía a la que hago referencia no se plantea como una forma de compromiso entre dos extremos, sino como la superación contemporánea de ambos. Consecuentemente, es la simultánea aceptación y supresión de ambos. Inmersos en su sentido último, la tercera vía entendida como tercero/más allá reduce la distancia que separa los extremos, posibilita su interdependencia y suprime el enquistamiento que supone el posicionamiento unilateral. 

Director de la Fundación Romea para las Artes escénicas.
Fèlix Riera
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