Felicidades señor Mas, se cumple un año de su mayor vergüenza: ATLL

El pasado año por estas fechas, en los pasillos de la consejería de Territorio de la Generalitat, corrían los funcionarios de alto nivel para preparar la firma del contrato de adjudicación del suministro de las aguas catalanas a la empresa Acciona, propiedad mayoritaria de la familia Entrecanales.

El contrato se firmó con urgencia, alevosía y casi nocturnidad. Se había adjudicado en condiciones muy extrañas, tanto que los tribunales que se han pronunciado hasta la fecha han arremetido contra la validez del acto administrativo. La de Acciona no era la mejor oferta por ATLL y nadie en Catalunya, ni sirios ni troyanos, ni convergentes, ni gente de Unió, ni sus socios de ERC, saben por qué razón se le dio a la empresa madrileña la gestión del suministro en alta de agua.

 
Acciona es la concesionaria del agua catalana con dos socios minoritarios de carácter local: Rodés y Torreblanca

En un año pasaron muchas cosas. El consejero que avaló la operación, el convergente Lluís Recoder, ya ni siquiera está en la política catalana. El entonces principal ejecutivo de la Agencia Catalana del Agua (ACA), Leonard Carcolé, también ha salido de la administración autonómica como quien desea no ser visto por estos lares. Fíjense la importancia de lo acontecido que la empresa competidora, de habitual consuetudinaria, se echó al monte y llevó a los juzgados sus reclamaciones sin reparar en instancias judiciales.

Ha pasado un año y Andreu Mas-Colell pudo cerrar un déficit público ficticio (ya saben la diferencia entre el derecho de devengo y el de percepción), aunque los catalanes no hemos recaudado los más de 30 millones de euros que Acciona debe por el impuesto de transmisiones patrimoniales. A la compañía madrileña le resulta indiferente, no paga y alguien se lo tolera con una mala administración de los tributos de los catalanes. A día de hoy, Acciona (vía ATLL) es la compañía concesionaria del agua catalana y santas pascuas. Por cierto, con dos socios minoritarios de estricto carácter local: Ferran Rodés (editor del diario independentista Ara) y Manel Torreblanca (esposo de Liliana Godia y ambos imputados por varios delitos fiscales).

 
Entrecanales considera Catalunya uno más de sus mercados y uno de los menos interesantes en España

Pero con alguna sentencia en la mano, Agbar podría solicitar su ejecución y obligar a revertir vía jurídica el contrato de adjudicación. Sería una venganza en toda regla, porque Artur Mas empeoraría su déficit público en un momento de absoluto desplome de las finanzas públicas catalanas. Lo curioso del caso es que después de un año, el President y los suyos sigan con la cantinela de Madrid nos roba y sean incapaces de explicar cuál fue la razón para adjudicar Aigües Ter Llobregat a la madrileña Acciona y por qué se le perdonan los impuestos.

Mientras los socios brasileños de Acciona siguen echándose las manos a la cabeza por tal desaguisado, la empresa de los Entrecanales considera Catalunya uno más de sus múltiples mercados y uno de los menos interesantes en España. Lo hace gracias a la colaboración de un gobierno que se llena la boca y se pasa el día criticando justamente eso, pero en sentido inverso.

Ha pasado un año y ATLL no ha invertido ni un euro en mejorar la red, tal y como se había comprometido. Eso sólo resulta posible si un gobierno lo permite, y si lo hace algo tendrá que callar o que esconder que desconocemos. Felicidades, pues, señor Mas, señor Mas-Colell y todos aquellos otros que, dentro o fuera, nos han obsequiado con este vodevil catalán.