ETA y la política del aerosol
Una salida masiva de presos de ETA sería un elemento más que añadir a la grave polarización que vive el país y que tanto beneficia a quienes creen que lo mejor es que España acabe como un solar
A nuestro país lo han convertido en uno de esos recipientes presurizados que utilizan gas para liberar y dispersar el producto del interior. Ya saben, insecticidas, desodorantes, lacas, condenados por sedición, presos de ETA… Estos últimos existen, pero ojo, la organización no. Si usted agita el bote de spray notará que hay líquido en su interior. Pero en cuento apriete el pulsador todo se volatilizará. Esa es la prueba de que dentro, en la cárcel, existe ETA, pero con los presos en la calle la organización desaparece, se esfuma, se mezcla con el ambiente.
Y Bildu y su entorno están dispuestos ahora a apretar el envase hasta vaciarlo. Hasta sacar al último preso condenado por terrorismo. Se aferran a una sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos que hace referencia a un miembro de ETA para poner en solfa la situación del resto que pasaron por similar situación. Es decir, se cuestiona todo el sistema de incomunicación aplicado a los presos de la banda en base a la sentencia favorable a uno de ellos, Xabier Atristain.
Desde el Gobierno de Pedro Sánchez ya se comunicó a la Asociación de Víctimas del Terrorismo que el fallo del tribunal de Estrasburgo no es extrapolable a todos los presos de ETA. Lo dijo el secretario de Estado de Justicia, Antonio Rodríguez, y no seré yo quien ponga en duda ni su autoridad en la materia ni su firmeza en el compromiso. Ya se encargarán otros de hacerlo. Que se lo pregunten si no a la ex directora del CNI, Paz Esteban.
Las terminales de Bildu, esas que insisten en que ETA solo existe en la mente de algunos obstinados, ya han lanzado una nueva exigencia (solicitar o reclamar es cosa de tibios) para que los presos de una organización con la que “nada tienen que ver” salgan de manera masiva a la calle.
La excarcelación de presos de ETA se venderá como una prueba más de la salud democrática de nuestro país
Su excarcelación se venderá como una prueba más de la salud democrática de nuestro país. Que para eso Bildu y ERC son ahora los guardianes de las esencias parlamentarias. Ellos son el bote de spray y Pedro Sánchez el gas del interior. No hay más que apretar (apreteu, apreteu!) para que salgan los presos, los golpistas indultados, los puestos en el CNI, las mesas de diálogo y los ceses de quienes incomodan. Ni el genio de la lámpara de Aladino concedió tantos deseos.
Y con los presos en la calle ya no existirá ETA. No estará dentro ni estará fuera. Estará en la nube del teléfono del presidente Sánchez. O en cualquier otra nube por la que Pegasus ande ahora volando con los secretos peor guardados de un país al que muchos le tienen ganas.
Ya lo dijo Otegi: “Para conseguir una España roja, laica y republicana antes hace falta antes una España rota. El proyecto de dominación de las élites económicas y oligárquicas españolas pivota sobre el mantenimiento de la unidad de España”.
Pedro Sánchez ya tomó la decisión: todo pacto con independentistas, separatistas o radicales es bueno siempre que sirva para que la derecha no gobierne
Así que todo sirve como herramienta de demolición. Una salida masiva de presos de ETA de las cárceles sería una nueva cesión política al chantaje de los separatistas. Una nueva afrenta y un elemento más que añadir a la grave polarización que vive el país y que tanto beneficia a quienes creen que lo mejor es que España acabe como un solar.
Pedro Sánchez ya tomó la decisión: todo pacto con independentistas, separatistas o radicales es bueno siempre que sirva para que la derecha no gobierne.
Hay aerosoles de gran eficacia, pero altamente nocivos. Ya saben, el efecto invernadero y todo eso.