Estimado señor Carulla, mis excusas…
La justicia habló y sentenció: Las maniobras financiero-fiscales que la Agencia Tributaria y la Fiscalía de Delitos Económicos denunciaron sobre las empresas y el patrimonio de la familia Carulla son del todo legales. Así lo ha dictado y sentenciado un juez barcelonés que, además, le envía un rapapolvo a Hacienda en su auto por cómo ha procedido formalmente en este asunto.
Lo que dice el magistrado es que las operaciones de triangulación y autocartera con Holanda de por medio son perfectamente legales. Claro, a él no le corresponde determinar si la familia Carulla optimizó fiscalidad al tributar en Holanda en vez de hacerlo en España. La transacción estaba sujeta a la legalidad y aquí se acaban las consideraciones éticas, morales o políticas.
Me alegro de que los Carulla no sean defraudadores al fisco español y lamento que hayan sido presentados ante la opinión pública como tales. Incluso en esta publicación, donde también nos anticipamos a los acontecimientos: no es lo mismo ser un defraudador que optimizador fiscal. Dicho de otro modo, lo primero pertenece al ámbito de la ley, lo segundo, en cambio, al de los valores éticos y morales.
Le pasó en su día a Josep Piqué, ¿recuerdan? Había tejido un pequeño entramado societario para adquirir su vivienda particular y ahorrar algún impuestillo… que cuando fue nombrado ministro del Gobierno de Aznar resultó mal visto. Fue él quien acuñó el concepto de optimización fiscal, un vocablo que mucho antes de que se descubriera el llamado caso Carulla o el caso Cuatrecasas ya habían aplicado la mayoría de expertos fiscalistas de este país con las grandes fortunas y patrimonios.
A Artur Carulla, el presidente de Agrolimen, no debía haberle costado tan caro este asunto: la pena de Telediario que pagó él y sus hermanos y hermanas con el paseíllo judicial y los meses de imputación; la presidencia del Cercle d’Economia, a la que aspiraba y no pudo optar mientras estuvo imputado; y la enemistad con un poderoso editor de la ciudad que con el tratamiento informativo que realizó del affaire demostraba que no le perdona que en vez de fabricar caldos pusiera dinero en el diario Ara. Por cierto, este último coste debe estar ya resuelto a la vista de la reiteración de anuncios de Gallina Blanca (Agrolimen) en la televisión de referencia del editor.
La ley es la ley, y los Carulla son inocentes, al menos de este asunto de evasión fiscal. Ese es un hecho incontestable. Lo demás es más discutible. Dice una canción de Raimundo Amador que todo le que le gusta es “ilegal, inmoral o engorda”. Y seguro que en el caso de las finanzas de los propietarios de Agrolimen, descartada la ilegalidad, lo más reprochable es la inmoralidad de tributar en otros países con ánimo de optimizar para engordar sus bolsillos mientras en su casa se presentan como auténticos patriotas y mecenas desinteresados.
Lo dicho, señores, mis disculpas por la presunción.
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TRATAMIENTO DE CHOQUE SEMANAL:
Supositorio semanal > Que el ahora abogado, antes diputado de CiU y anteriormente alto cargo de Hacienda, Heribert Padrol, haya quedado relacionado con el sumario de la ITV, al ser vinculado por su actividad profesional, ha causado un entusiasmo inusitado entre una buena parte de sus antiguos compañeros del Fisco, que se dedicaron a divulgar abiertamente esa información entre el colectivo nada más conocerla. De hecho, a Padrol no le perdonan en la AEAT que dejara el cargo de responsabilidad que ocupaba, en su condición de servidor público, para dedicarse a la política y, poco después, pasarse al sector privado dejando su actividad de toda la vida.
Supositorio nocturno > Las privatizaciones de la Generalitat del agua (ATLL) y de sus autopistas (los túneles) pasarán a la historia. Y no precisamente como ejemplo de liberalización bien dirigida. La necesidad de caja del Govern ha precipitado la venta en un momento en el que las empresas están renuentes a comprar. De ahí que las sombras se impongan a las luces en ambos procesos. El de ATLL es el más sorprendente de todos por los claroscuros que envuelven la venta. En ambos, sin embargo, lo que prevalece es un cierto pulso de la Generalitat a las empresas del grupo La Caixa, que algunos relacionan ya con las presiones de la entidad financiera a Mas para que reduzca la presión soberanista que afectan a su negocio.