España
El libro 'Historia de la nación y del nacionalismo español' profundiza en la génesis española pero sin metafísica
¿España? La nación española siempre encuentra quien la cuestione. Hay quien afirma que España es una nación frustrada al carecer de los elementos propios y comunes –lengua, cultura, territorio o historia– que constituyen una nación.
Hay quien sostiene –en la estela modernista o historicista de Benedict Anderson– que España es una “comunidad imaginada” que obedece a ciertos intereses políticos, económicos, sociales, culturales y simbólicos.
Y hay también quien habla de una nación castellana impuesta a otras naciones peninsulares, o de una nación de naciones, o de una realidad plurinacional que no sería lo mismo que una nación plural.
En fin, España sería un Estado sin nación al no haber conseguido completar o consolidar una conciencia nacional que ultrapase diferencias históricas, culturales, lingüísticas, territoriales, económicas e idiosincrásicas.
Así las cosas, se recomienda la lectura del volumen colectivo Historia de la nación y del nacionalismo español (2013), dirigido por Antonio Morales Moya, Juan Pablo Fusi Aizpúrua y Andrés de Blas Guerrero.
¿España? Una nación que ha ido fraguando y cuajando desde la Edad Media –existen precedentes de una comunidad in statu nascendi en la época romana o visigoda– hasta la actualidad.
El libro nos sumerge en la cuestión del Ser de España y del Problema de España iniciada a finales del XIX
Los autores dan cuenta y razón de la génesis española: los mitos originarios; la “España como proyecto a reconquistar por los distintos reinos hispánicos” del XIII; los cimientos de la conciencia común –la “memoria de España como ámbito geográfico” y la “conciencia de espacio hispánico”– en el XV.
Suma y sigue: el “concepto político de España” con la “monarquía común” del XVI; el patriotismo ilustrado y el “proceso de construcción del Estado nación” del XVIII; la idea de “libertad nacional” del XIX que incluye la “dualidad de fidelidades”.
Y, finalmente, la nación como “cuerpo político” de los republicanos; el “espíritu de España” del 98 o la “España como proyecto nacional” de Ortega y Gasset. El volumen incorpora también trabajos sobre el nacionalcatolicismo español, los nacionalismos periféricos, el Estado de las Autonomías y la imagen de España en el exterior.
El libro, sí, nos sumerge en la cuestión del Ser de España y del Problema de España iniciada a finales del XIX. Pero, lo hace sin metafísica. Huye de la introspección y del debate de la esencia.
En lugar de eso, los articulistas precisan el concepto de nación española y otorgan significado a diversas variables como la religión, la monarquía, la conciencia nacional, la nación histórica, la nación política, el patriotismo y la identidad. Cosa per permite dar sentido a los hechos.
Del “ser” de España se pasa al “estar” de y en España: el sentimiento nacional español, la aparición de una ciudadanía española que fundamenta la nación, la consolidación de un nacionalismo banal que legitima la idea de España, la realidad de una España plural e inclusiva en la que conviven diversas sensibilidades y culturas españolas.
El libro ‘Historia de la nación y del nacionalismo español’ se hizo con voluntad de alcanzar la mayor objetividad posible y superar el prejuicio
Quede claro: Historia de la nación y del nacionalismo español no es un libro de trinchera que paga peaje a quien corresponda. Se trata de un trabajo documentado, argumentado y riguroso con voluntad –fuentes, datos e interpretaciones-– de alcanzar la mayor objetividad posible y superar el prejuicio.
El libro, en el ambiente recalentado en que vivimos, cuando la Historia es utilizada como una arma arrojadiza más, puede resultar “frío” para algunos. Ahí está el mérito. Nuestros historiadores hacen Historia. Sin complejos.