España pide créditos a un banco para países en desarrollo
El Banco de Desarrollo de América Latina, CAF, concede 300 millones de dólares al ICO y otros 100 a la empresa privada
Cuando el Banco de Desarrollo de América Latina, CAF, abrió su oficina en Madrid hace cinco años, casi nadie imaginaba que España, uno de los 18 países accionistas del banco y que en ese momento era un importante donante para proyectos de desarrollo en América Latina, terminaría siendo, un lustro después, uno de sus grandes beneficiarios.
España acaba de recibir del Banco de Desarrollo de América Latina un crédito de 300 millones de dólares (unos 230 millones de euros) que será gestionado por el Instituto de Crédito Oficial, ICO. De esa cantidad, 200 millones de dólares se destinarán al financiamiento de pequeñas y medianas empresas que desean hacer negocios en la región y otros 100 millones a avales y garantías.
La cantidad desembolsada equivale a lo recibido por Venezuela o Panamá durante el 2012 para proyectos como construcción de carreteras, plantas potabilizadoras o programas para la reducción de la pobreza extrema.
Expansión
Con el acceso al crédito cerrado, el ICO pagará por este préstamo el libor (la tasa de referencia con la que los bancos ofrecen fondos no asegurados a otros bancos) más un 2,6%, aunque las entidades que finalmente otorguen los préstamos a las empresas podrán cargar 5 puntos básicos adicionales.
CAF ha pasado de sólo dos trabajadores en septiembre del año pasado a 10 este año, según explica el director de Asuntos Estratégicos en Europa, Germán Ríos. “Cada vez acuden a nosotros más empresas españolas con necesidad de financiación. Son dos o tres compañías por día”, explica Ríos. Una de las compañías beneficiadas con las líneas de créditos directas ha sido Isolux Corsán, puntera en el sector energético, que ha recibido una línea de crédito de 100 millones de dólares (unos 70 millones de euros).
Músculo financiero del sur
En los últimos meses, el banco fundado por Venezuela, Colombia, Perú, Ecuador y Bolivia, ha subido un peldaño en la calificación crediticia, lo que facilita el financiamiento a España. “Aunque algunos de sus países miembros como Argentina y Ecuador han suspendido pagos, siempre han cumplido sus compromisos con la entidad”, explica Ríos.
Actualmente el banco tiene la calificación de AA- otorgada por las tres grandes calificadoras de riesgo, Fitch, Standard&Poors y Moodys. La posición está cinco peldaños por encima de la española (BBB-), que se ubica a niveles de Barbados, Hungría, Islandia, India o Marruecos, lo que le acarrea a España problemas de financiación en los mercados internacionales. “Cuando España era AAA, era imposible que la financiáramos. Ahora, estamos frente a otra realidad. No es un fenómeno aislado. Empresarios de Angola han ido a participar en la financiación y privatización de compañías portuguesas”, explica Ríos.
En negociación
El Banco de Desarrollo de América Latina también negocia la creación de un fondo de inversión para microfinanzas con la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, Aecid. El fondo, que podría estar compuesto por otros 100 millones de dólares (70 millones de euros), se destinará a incentivar las inversiones industriales en América Latina.