Esaú, Jacob, JpC y ERC

JxCat debe contenerse, como ya sucedió en la Biblia, so pena de abandonar para siempre la primogenitura al perder la ventaja de Puigdemont el 21-D

Que los partidos se peleen es lo normal, para eso están. La familia que no haya vivido rifirrafes enconados merece un monumento. Lo raro es que, como hacen JpC y ERC, salgan al balcón para atizarse ante el público vez de hacerlo en la intimidad del comedor.

Lo raro es que, como JpC y ERC, se peleen cuando necesitan arrimar el hombro para conseguir un objetivo común poco vistoso y de extrema dificultad pero utilísimo: seguir con la mayoría en el Parlament.

Los periodistas presentes ayer en el Parlament no entendían nada

¿Por qué andan a la greña? Los periodistas presentes en la rueda de prensa de Eduard Pujol y Sergi Sabrià dicen no entender nada. Incluso los gurús del procés se han apeado por unos instantes de su habitual optimismo, intencionadamente euforizante.

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Si me permiten una modesta recomendación, lean el Génesis y el Éxodo. La Biblia es larguísima y contiene páginas doctrinales de una extrema pesadez, pero en general es amena. Amena e instructiva, de manera especial los dos libros citados.

CDC se apoderó de la legitimidad de ERC, el partido más determinante de la historia del catalanismo

El menor, Jacob, usurpó con tretas de muy mal hermano la primogenitura a Esaú, con el beneplácito y la ayuda de Dios, que obró así por motivos que el pobre entendimiento humano –consolaros, colegas periodistas— todavía no ha alcanzado a comprender.

Si disponía de una hoja de ruta para Jacob, al que cambió el nombre por Israel para convertirle en padre de las doce tribus, le habría resultado muy sencillo hacer que naciera antes. Más que torcidos, renglones retorcidos. Lo de la escritura recta, aún está por ver.

¿Recuerdan aquello del plato de lentejas? En realidad eran judías, pero para el caso es lo mismo. CDC se apoderó de la legitimidad de ERC, el partido más determinante en la historia del catalanismo, aprovechando el momento de la transición.

Isaac, el hijo del gran padre Abraham al que la voz del ángel salvó del parricidio exigido por Yahvé, engendró a su vez a dos mellizos.

Luego, cuando llegó el momento de emprender la larga marcha hacia la tierra prometida, abandonó el autonomismo para disfrazarse con la piel de abrigo del hermano independentista y así engañar al padre, en este caso los votantes, para que la copia fuera tomada por el original.

Oriol Junqueras, presidente de ERC, y el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont

Uno para cada lado

Al darse cuenta del engaño de Puigdemont, ERC y JpC andan cada uno estirando, uno para cada lago, la piel de la legitimitad

ERC se dio cuenta demasiado tarde de que había caído en la trampa de Junts pel Sí. Dos hermanos bajo una misma piel. Al advertir el engaño, Junqueras, al principio tan sumiso como Esaú, se revolvió contra el impostor. Desde entonces andan estirando, uno por cada lado, de la piel que confiera la legitimidad.

Lo cual no impidió que el procés llegara a su cénit pero colaboró a su posterior caída un año después. ¿Estamos entonces en las mismas? Sí, pero con las tornas cambiadas. De repente, va Junqueras y suelta la piel.

Puigdemont, que tiraba de ella con todas sus fuerzas, quedó anonadado. Todo lo sucedido a continuación, los cierres y aberturas del Parlament, las amenazas, los desplantes y las bochornosas insensateces, deriva de este momento.

¿No querías usurpar mi progenitura y convertir la copia en original? Pues toda para ti, que yo ya no la quiero. Total, ya no sirve y no te has dado cuenta.

El lugar de JpC

Puigdemont y Torra, obligados por incautos y glotones a tragar una indigesta montaña de lentejas mientras siguen corriendo tras la independencia, observan como ERC se pone a dieta y acompasa su andar al ritmo de los tiempos, que son pausados.

Pónganse por un momento en el lugar de JpC, con la lengua fuera en pos de la república, tragando lo indecible y encima denunciados por la CUP y ANC por trotar, no por el camino que conduce a la meta, sino en una cinta sin fin. A ver quien no explota, encendido de ira, ante semejante bochorno.

Pero JpC debe contenerse, so pena de abandonar para siempre la primogenitura al perder la ventaja de Puigdemont el 21-D. Si hubiera autonómicas, la mitad de los antiguos votantes de CDC se alejaría de una radicalidad que se ha revelado impostada, y por ello inútil.

No se engañen, la lucha fratricida proseguirá, primero en el cuarto oscuro y luego de vuelta a la luz del día. Mientras la masa de votantes, el nuevo pueblo escogido, se flagela y se indigna pero, como los antiguos israelitas, sigue con las creencias intactas.

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