¿Es Rajoy el único obstáculo?

Mariano Rajoy lo tiene, aparentemente, todo a favor. Juega con la coyuntura, que no es buena. Utiliza la presión de la Comisión Europea, que reclama medidas para atajar un déficit que el propio Rajoy ha contribuido a generar, con su ventajosa rebaja fiscal justo antes de las elecciones generales del 20 de diciembre. El caso es que Rajoy reclama a Ciudadanos y al PSOE que no se demoren, que ya está bien, que España debe tener un Gobierno, ya, de forma urgente. En agosto se aprueba el techo de gasto, y se debe elaborar el presupuesto de 2017.

Pero, ¿qué ocurre? Que pese a tenerlo bien, a que Ciudadanos podría inclinarse por el sí, pese a su retórica basada en la abstención «técnica», las conversaciones con los distintos dirigentes del partido de Albert Rivera y del PSOE llegan a un punto en común: «sin Rajoy el panorama cambiaría de forma radical». Nadie lo cuestiona ahora, ni en su partido, el PP, que estaba acoquinado tras lograr sólo 123 diputados tras el 20D, ni la opinión publicada, que consideró desde la noche del 26 de junio que Rajoy se había ganado el derecho a ser de nuevo presidente del Gobierno.

Sin embargo, los números son los que son. Y pasan los días. Al debate se ha añadido un manifiesto importante, firmado por numerosas figuras ligadas al socialismo. Son ex ministros de la etapa de Felipe González, como Javier Solana, o Joaquín Almunia. Pero también hay ex políticos del PP, como Gabriel Elorriaga, el ex ministro Eduardo Serra o Cayetana Álvarez de Toledo. Se debe decir que tanto Elorriaga como Álvarez de Toledo discreparon de la política de Rajoy. En cualquier caso, el manifiesto pide que se olviden rencillas, que se dejen de lado acusaciones, y que se colabore para lograr ya un Gobierno estable con mayoría parlamentaria suficiente.

Y es cierto que, sin alusiones directas, el manifiesto incide más en el flanco socialista. «Es momento de buscar acuerdos y soluciones en vez de proseguir obsesionados por identificar culpables sobre los que centrifugar responsabilidades indeclinables«. ¿A quién se refieren? El PSOE se ha enrocado, no quiere saber nada de Rajoy. Se ha instalado en el ‘no’. Y es Ciudadanos la única opción del PP, en estos momentos.

¿Es Rajoy quien debe tomar una decisión? Sólo se podrá comprobar si se presenta a la investidura y no logra los votos suficientes. Se iniciaría un plazo de dos meses para buscar apoyos para una nueva intentona.

Ni Ciudadanos ni el PSOE se negarían a colaborar con otro candidato del PP. Pero no lo quieren hacer con Rajoy. ¿Conclusiones?

El manifiesto hace una alusión directa a Rajoy, según admiten algunos de los propios firmantes. «Sepan, pues, todos los líderes y todos los partidos, que han competido ya por dos veces en las urnas, que están obligados a realizar todos los esfuerzos y todos los sacrificios que fueren necesarios, incluso los más personales, para poner fin a esta improrrogable situación del sin gobierno».