¡¡Es la democracia, estúpido!!
El Gobierno ignora sistemáticamente cualquier tipo de rendición de cuentas que desde el Congreso de los Diputados le demanda la oposición
Bill Clinton utilizó una expresión que le ayudó a ganar las elecciones contra George H.W. Bush padre, ¡es la economía, estúpido! Era un mensaje sencillo y clarificador.
La idea era destacar cual era el elemento esencial de esa campaña. Y aunque en estos momentos la economía es un elemento esencial en el devenir de los acontecimientos en España, hay algo más importante que está siendo atacado de forma sistemática por este gobierno y los grupos que le apoyan, el PSOE y Unidas-Podemos, la misma democracia, el pilar de nuestro sistema político, la base de nuestro estado de derecho. Por tanto, yo les propongo que cambiemos la expresión del Sr. Clinton por esta: ¡es la democracia, estúpido!
Les cuento nuestra experiencia en el Congreso de los Diputados. Podríamos resumirlo diciendo que el gobierno del Sr. Sánchez no responde, no comparece y ningunea al Congreso: no responde a las preguntas, elude las citaciones, obvia las Proposiciones no de Ley y legisla a golpe de decreto.
Pero además les recuerdo que el Tribunal Constitucional ha sentenciado cuestionando las declaraciones del estado de alarma por la restricción excesiva de libertades y por vulnerar los derechos de los diputados. Algo que todos los grupos del Congreso comparten, menos los dos grupos del gobierno.
Nuestro grupo (PP) ha solicitado 560 comparecencias que están pendientes, 329 de miembros del gobierno y 231 de otras autoridades. Ahora que estamos en la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado, les pongo un ejemplo, la ministra de Hacienda no ha comparecido ni una sola vez en la Comisión de Presupuestos y nadie del gobierno ha comparecido, como es su obligación, para informar trimestralmente sobre el grado de ejecución presupuestaria.
Pero también el Presidente del Gobierno ha evitado 8 solicitudes de comparecencia desde que arrancó la pandemia. Este verano pasado estuvo más de 80 días sin dar la cara en el hemiciclo. Y después casi nunca contesta al líder de la oposición. Según señalan los letrados de las Cortes, la responsabilidad del presidente del Gobierno ante la Cámara es la piedra angular del parlamentarismo y la esencia de la legitimidad democrática del ejecutivo. Pues eso.
Unos ministros que nos evitan
Y el resto del gobierno sigue la misma estela del presidente, el ministro Garzón 15 veces ha dicho que no ante solicitudes del PP. El ministro Escrivá y la Sra. Ribera tienen unas 20 peticiones pendientes y la Sra. Díaz una docena. Hace más de un mes en una sesión de control, solo 6 ministros acudieron y solo contestaron a 8 de las 22 preguntas planteadas.
Pero hay más, de las 1.288 peticiones de informes, documentos o datos, solicitados por nuestro grupo parlamentario, 411 se encuentran sin contestación fuera de plazo.
Esta es la historia de esta legislatura, falta de transparencia y desprecio por la democracia.
Una política sin costumbres ni tradiciones
En una tertulia en las ultimas elecciones americanas, hablaban de democracia y decían que la democracia no puede regularlo todo, y que por eso la costumbre es tan importante, las normas no explícitas que se han ido consolidando a lo largo de los años y también porque se espera un comportamiento democrático de los cargos públicos. Hablaban sobre Trump.
Esto mismo lo estamos viendo en nuestras Cortes Generales, obvian la costumbre en las tramitaciones, en las comisiones, en las comparecencias, en las posibles comisiones de investigación, en toda la labor política que desarrollamos. Y además no esperamos ya un comportamiento democrático del gobierno y de los dos grupos que les apoyan. Antes fue Trump, ahora Pedro Sánchez.
Todos debemos cuidar nuestra democracia, todos debemos ser activistas de la democracia. Nos costó mucho implantarla en nuestro país para que la dejemos morir poco a poco. Es por esto que grito ¡¡es la democracia, estúpido!!