Es Europa, estúpido

Sánchez sigue alejado de la moderación y la decadencia de su coalición desinfla a Podemos y envía a socialistas moderados a usar al PP como voto-refugio

Andan enloquecidos los analistas políticos y los tertulianos con el giro al centro que va a protagonizar Sánchez tras sus escenas de porno alemán (de los años 80, de esas llenas de pelos) con Otegi y Rufián.

Y se equivocan.

Nada más lejos de la realidad que -ni siquiera- la prodigiosa cintura rotatoria de Sánchez pueda iniciar un giro al centro mínimamente creíble tras compartir fluidos con los partidos más parafílicos del universo patrio. No se lo creería ni siquiera la Pedrette más enloquecida y alienada.

Las encuestas comienzan a ser más que claras: con sus fotografíasencamamientos múltiples el Gobierno se ha dejado en la gatera suficiente pelo como para repoblar todas las calvas de Moncloa. Podemos está en caída libre y en unos meses el flujo -perdón- de esos votos perdidos por la coalición naranja dejarán de engordar al PSOE para pasar directamente a la abstención… o a un PP que Pablo Casado está convirtiendo con éxito creciente en depositario del voto-refugio de todos los centenares de miles de sociatas tan moderados como cabreados ante la pornográfica voluptuosidad de las escenas pornográficas antes descritas.

Pablo Casado está convirtiendo al PP con éxito creciente en depositario del voto-refugio de todos los centenares de miles de sociatas tan moderados

Sánchez no puede ir por ahí, al menos de momento, tiene que tomar un camino alternativo y algo más prudente, y la única posibilidad que le queda es proyectarse en España desde fuera, desde Europa.

Esto no es nuevo, en realidad todos los presidentes españoles desde Felipe González han encontrado mejor comprensión y acomodo al final de sus mandatos en las instituciones europeas e internacionales que en el insoportable y cainita pueblo español. Eso sí, a González le pasó cuando llevaba 12 años de gobierno, a Aznar, Zapatero y Rajoy a los 6-7 años de ganar las elecciones, y a Sánchez, enfant terrible donde los haya, al año de llegar a la Moncloa.

No se extrañen pues de que en los próximos meses veamos en la prensa más adicta al gobierno, fotografías maravillosamente compuestas de Mighty-Sánchez dirigiéndose al plenario del parlamento europeo para anunciar un nuevo desodorante “made in Spain”, Super-Sánchez en la asamblea de las naciones unidas en Nueva York presentando una nueva variedad de butifarra, o Green -Lantern- Sánchez en alguna cumbre de la FAO o de la OMS promocionando las maravillas del arroz de calasparra.

Los contenidos, ya saben, no son importantes, solo las fotos lo son, y tras la aprobación de los PGE de la mano de Otegi y Rufián, unos presupuestos que además, de estabilidad financiera y tributaria, solo han conseguido situar al PSOE en su peor situación estratégica desde que Negrín decidiera convertirse en el Lenin Español. Solo una brutal serie de fotografías de Sánchez con todos los líderes mundiales, Sauron y Darth Vader incluidos y en horario de máxima audiencia, pueden conseguir que comencemos a olvidar toda esa mierda.

Por tanto, queridos analistas, lo que vamos a ver en los próximos meses no es un giro al  centro, sino una nueva campaña desde “pirotécnicas Moncloa” que va a buscar situar a Sánchez a la altura de Churchill, Adenauer, Blair, De Gaulle o Monnet.

Sin hablar demasiado, claro.