Epson Ibérica, de material informático, entró en pérdidas

La compañía Epson Ibérica, de Cerdanyola del Vallès, registró durante el último ejercicio números rojos por importe de 396.000 euros. Salvo error u omisión, son las primeras pérdidas que cosecha esa multinacional japonesa en España.

Epson Ibérica se constituyó en 1986, cuando la casa nipona adquirió la firma SA Tradek Internacional (STI), de Barcelona. Ésta había sido fundada ocho años antes por Ramón Ollé Ribalta, que venía distribuyendo los productos de Epson en nuestro territorio. A la sazón, el gigante asiático designó a Ollé presidente y director general de Epson Ibérica, cargos que mantuvo hasta su jubilación, acaecida a finales de 2007. Desde entonces, el presidente es Juan Coromines Campí. La sede central de Cerdanyola se completa con sendas delegaciones en Madrid y Lisboa.

El año pasado, las ventas de la sociedad volvieron a adelgazar, debido entre otros factores a la apatía del consumo, y pasaron de 98 a 84 millones de euros. Esta última suma es la mitad de la que lucían sus cuentas un lustro atrás. La exportación representa el 16% de los ingresos.

La empresa cuenta con 175 empleados. Se dedica a importar y distribuir en la península Ibérica impresoras y video-proyectores, renglones en los que Epson se proclama líder del mercado español. Así mismo distribuye escáneres, consumibles y otro material informático y electrónico.