Ensayo para definir al nuevo PSOE de Sánchez

Sánchez deberá demostrar en la moción de censura de Podemos que tiene un plan para que el PSOE pueda combatir al PP y distanciarse de Iglesias

La próxima semana, Pedro Sánchez estrenará el mando del grupo parlamentario socialista en el Congreso de los Diputados con el debate de la moción de censura de Podemos y el fin de semana elegirá a los miembros de su ejecutiva en el congreso con el que culmina su elección como secretario general. Dos retos, casi superpuestos, para marcar las directrices de su nuevo mandato.

Mientras tanto no ha desvelado las claves de su estrategia política que el día de su elección definió como “oposición útil” desde una nueva posición de izquierda.

En estos momentos, Pedro Sánchez diseña el reparto de poder entre quienes le han acompañado en estos duros meses de la campaña der primarias. José Luis Ábalos, secretario general del partido en la provincia de Valencia y diputado en el Congreso, puede ser el próximo secretario de organización. De momento, es portavoz del grupo en el Congreso y en esa condición tendrá que defender la posición del partido en la moción de censura que se celebrará el próximo martes. Aunque no hay un pronunciamiento oficial, el PSOE se abstendrá con un discurso bipolar. Atacar duramente al PP por la corrupción y desmarcarse de la iniciativa de Podemos, aludiendo no solo a lo que definen como una frivolidad por la falta de negociación previa y culpándoles de que Mariano Rajoy haya seguido siendo presidente del Gobierno por el voto en contra del partido de Pablo Iglesias en la moción de investidura que presentó Pedro Sánchez.

El plan del PSOE es bipolar, atacar duramente al PP y desmarcarse de Podemos

La práctica política en el futuro inmediato va estar marcada por esa bipolaridad asimétrica. Oposición dura al PP, sin prestarle apoyo en ninguna iniciativa y afilando todas las medidas anticorrupción y una distancia con Podemos para diferenciar la “oposición útil” del PSOE con la falta de rigor y trabajo parlamentario de Podemos. Por buscar una definición conceptual, ejercer el liderazgo en la oposición y llegar a acuerdos puntuales con Ciudadanos y Podemos, considerando a este último como adversario político para la hegemonía de la izquierda.

Las últimas encuestas manifiestan una recuperación del PSOE, a costa de Podemos y una recuperación de Ciudadanos en detrimento del Partido Popular. Pero los socialistas no podrán perder de vista el corrimiento de Ciudadanos hacia el centro para tratar de arañar votos al PSOE, lo que le obligará a la dirección socialista a desmarcarse de Podemos para abarcar más espectro electoral.

En el terreno orgánico, en espera del desarrollo del congreso, hasta ahora hay movimientos y posiciones aparentemente contradictorias. Las conversaciones de Pedro Sánchez con los barones indican una intención de cerrar heridas, sin ceder en su condición de partido más asambleario y menos estructurado, respetando el territorio de los barones en espera de que se celebren los congresos regionales, donde habrá una disputa por el control del partido, del que no se conoce todavía el grado de visceralidad y si será una segunda vuelta de las primarias.

El Congreso del PSOE se puede convertir en una segunda vuelta de las primarias

En la práctica política, ha bajado mucho la tensión con la excepción del sector más radical de los partidarios de Sánchez como son Adriana Lastra en Asturias, Susana Sumelzo en Aragón, Oscar Puente en Valladolid y algunos diputados como Zaida Cantero y la independiente Margarita Robles.

Entre quienes apoyaron a Susana Díaz hay muchas dudas no solo de las intenciones de integración de Pedro Sánchez sino del precio que tendrá que pagar a quienes le apoyaron, cuyos intereses no son homogéneos. Pedro Sánchez hasta el momento es un líder indiscutible entre estos, pero hay posiciones que pueden enfrentarse en la medida que el congreso no podrá satisfacer a todos y porque todo lo ocurrido ha dejado muchas heridas abiertas. Estas discrepancias latentes también condicionarán la línea política en el parlamento y en las autonomías donde gobierna el PSOE.

A favor de Sánchez la falta de horizonte electoral, lo que le facilitará tiempo para componer sus equipos y rodar con una dirección que va a ser nueva con respecto a la que tuvo en el anterior mandato como secretario general, de donde no habrá casi supervivientes.

Los susanistas le dan más valor a los compromisos que tiene Sánchez que a la credibilidad de sus promesas de integración y afirman que hasta después del congreso no pueden apostar por un modelo de dirección en este sentido.

Pedro Sánchez necesita distanciarse de la política espectáculo que representa la moción de censura

Hasta el momento, el único secretario general que ha anunciado su renuncia a la reelección es Javier Fernández, secretario general de Asturias y presidente del Principado. En Asturias se anuncia una dura batalla para colocar a un sanchista al frente del partido.

Para definir la relación futura del PSOE con Podemos hay que esperar a la moción de Censura en donde José Luis Ábalos tendrá que demostrar cintura para explicar que hay muchos motivos para conseguir que Mariano Rajoy salga del Congreso y diferenciar la política espectáculo que puede desgastar una iniciativa política tan importante como una moción de censura al presentar una sin apoyos políticos, sin un programa creíble y con precipitación.

La semana que viene, con los dos acontecimientos sobre de la mesa van a quedar más claros los parámetros del resto de la legislatura y la forma en la que Pedro Sánchez va a ejercer su liderazgo desde fuera del Congreso de los Diputados.