Encuestas de otoño

Conocíamos hace unos días el Barómetro político de otoño que publicaba el diario La Voz de Galicia y del mismo podemos extraer algunas conclusiones sobre la evolución del mapa electoral gallego.

En plena crisis económica y con un evidente desgaste del gobierno de España, la encuesta confirma también un significativo desgaste del gobierno gallego pero con un grado mayor de resistencia que el del gobierno de Rajoy.

El PP mantiene en Galicia un importante nivel de apoyo ciudadano a la luz del citado estudio, más si tenemos en cuenta las circunstancias adversas en las que se produce. El hecho de que pueda estar rayando la mayoría absoluta sin existir convocatoria por medio y por lo tanto sin tensión electoral es un buen reflejo de su implantación y grado de adhesión que aún mantiene entre la población gallega. El presidente Feijóo sigue manteniendo un importante nivel de valoración a pesar de las embestidas sufridas en los últimos meses.

Aún así, es evidente que existen claros nubarrones para la derecha gallega fruto del creciente desgaste que está sufriendo la marca “PP” en el conjunto de España. Y también cabe destacar que en gran parte mantiene las posibilidades de obtener nuevas mayorías electorales en Galicia debido a la fragmentación de la izquierda y la ausencia por ahora de una alternativa de gobierno creíble a ojos de la mayoría del electorado.

La entrada en escena de un nuevo liderazgo en el PSdeG-PSOE, con José Ramón Gómez Besteiro,  puede suponer un cambio en las expectativas del electorado de centro-izquierda y con el tiempo podrá constituir una alternativa política al gobierno que preside Núñez Feijóo. Es pronto para hacer una análisis y por ahora sólo cabe otorgarle tiempo para poder valorar sus propuestas y el modus operandi de la nueva dirección de los socialistas gallegos.

En gran parte será posible una alternativa política de gobierno desde la izquierda si el PSdeG recupera credibilidad entre su electorado, mejora su implantación territorial y elabora propuestas atractivas para una mayoría social de corte progresista.

Además el PSdeG tendrá en los próximos años la oportunidad, y el reto al mismo tiempo, de construir un espacio autónomo donde tengan cabida personas y colectivos galleguistas que hoy transitan por otras fuerzas políticas y que podrían tener encaje más pronto que tarde en el seno del socialismo gallego.

Por otro lado, se constata un estancamiento de las fuerzas políticas nacionalistas y de forma significativa de la coalición electoral AGE (ANOVA e Izquierda Unida, entre otros), que tiene como principal reclamo al incombustible Xosé Manuel Beiras. El desgaste de las dos principales fuerzas (PP y PSdeG-PSOE) del sistema político gallego no han supuesto un incremento de las expectativas electorales de AGE, algo que sí se venía produciendo en los últimos meses de forma muy pronunciada.

Un año después del gran resultado electoral cosechado por AGE, parece que se haya diluido el efecto Beiras y con él la posibilidad de un nuevo “sorpasso” al PSdeG-PSOE como en aquel frío otoño de 1997.

Por otro lado vemos como el BNG, fuerza genuinamente nacionalista, se mantiene plana sin que se adivine a corto plazo una recuperación en sus expectativas electorales.

Otra fuerza política como Compromiso por Galicia sigue teniendo muchas dificultades para hacerse un hueco en el escenario político gallego a pesar de su constante trabajo y de estar labrando una importante estructura organizativa. Las elecciones municipales serán la prueba de fuego para visualizar el recorrido que pueden tener en el futuro. Cuentan con un amplio grupo de militantes con mucha capacidad y formación que tienen aún mucho que aportar a la política gallega.

Queda aún año y medio para las elecciones municipales (mayo 2015) y por lo tanto mucha tela por cortar, así que iremos siguiendo atentamente los datos que se vayan publicando y la evolución de las diferentes organizaciones políticas gallegas.

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