¿Elecciones anticipadas en Galicia?

 

El martes 3 de mayo concluye el plazo límite para que el presidente de la Xunta clausure anticipadamente la legislatura y las elecciones gallegas puedan coincidir con las generales del 26 de junio. ¿Disolverá Feijoo el Parlamento a su regreso de Argentina y Uruguay?

En el entorno de algunos de los principales dirigentes del Partido Popular gallego consideran «muy probable» que tal cosa suceda, pero nadie se atreve a afirmarlo con rotundidad, porque Feijoo es muy suyo.

Lo que sí es cierto es que la maquinaria del PPG está preparada para afrontar un adelanto electoral, posibilidad con la ya se trabaja desde hace varias semanas en la administración autonómica. En el congreso regional, previsto inicialmente para el fin de semana del 7 y 8 de mayo, se proclamará a Feijoo como candidato y se dará el pistoletazo de salida a la campaña electoral. Será así tanto si se adelantan las elecciones (tocarían en octubre) como si no.

Antes de viajar a las Américas, Feijoo hizo una visita relámpago al lendakari Íñigo Urkullu. A falta de agenda de otra índole no publicitada, hay considerar como muy probable que los dos presidentes autonómicos tratasen sobre sus respectivos calendarios electorales. Hace cuatro años, vascos y gallegos fueron a las urnas el mismo día. Ahora ambos podrían tener motivaciones similares para adelantarlas, si bien Urkullu parece más inclinado a seguir diferenciando unos comicios de otros. Esta idea se ha visto reforzada por los abrumadores resultados de una encuesta realizada por la televisión de Euskadi: los vascos prefieren ir por separado.

En el caso de Galicia no existe una consulta similar, pero Feijoo, perdedor (al menos de momento) en su batalla por la cada día más cercana sucesión de Rajoy, cuenta con el viento de cola para lanzarse ya a la brega electoral e intentar una nueva mayoría absoluta. En primer lugar, porque es candidato único (en el PP estas cosas no pasan por primarias), indiscutible e indiscutido del centro derecha galaico y Ciudadanos está ausente en el reparto. Se ha mantenido a flote a pesar de su dura política de recortes y a la pésima situación de la economía y del empleo. En segundo lugar, porque sorprende sin pasar por la peluquería a toda la izquierda, excepto el BNG. Los socialistas, en estado de anorexia orgánica, ni siquiera han comenzado el casting para elegir candidato. Y un poco más a la izquierda está por verse cómo se reconfigura el puzle Podemos-Anova-Mareas en Común-Izquierda Unida, que también debe convocar concurso de ideas para encontrar presidenciable.

Horas cruciales para un Feijoo herido por la guerra perdida (de momento) frente a los «sorayos» de Madrid y dispuesto a poner sobre la mesa otra mayoría absoluta. Lo tiene difícil, pero no imposible. 

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