¿El último servicio de Duran Lleida?
El mundo empresarial tiene demasiadas dudas. Las preguntas se suceden, y hay todavía tantas incógnitas, que los responsables de las patronales, los cuadros y directivos prefieren despedirse de sus interlocutores con un «ya se verá». Y en ese lapso, prefieren no actuar en exceso, y escudriñan los rostros de los políticos, a ver si de esa manera acaban encontrando una respuesta satisfactoria.
En estos momentos, muchas de esas preguntas giran alrededor de la figura de Josep Antoni Duran Lleida, uno de los políticos mejor valorados en toda España durante años, pero que ha llegado a protagonizar tantos giros, ha matizado tanto su discurso, que ha acabado por aburrir al personal.
Sin embargo, Duran es más que una figura del paisaje político. En estos días se juega su futuro, pero no el personal, que para algunos también, sino el de CiU, el de un instrumento político colosal desde 1980.
Su apuesta está vez es muy arriesgada. Ha propuesto una pregunta al conjunto de la militancia de Unió, que no llega a 5.000 afiliados, que es una muestra del sentido común, aunque ahora pueda ser ya muy tarde. Pide si se está a favor de un «proceso» soberanista siempre que se respete la legalidad, siempre que Cataluña no quede fuera de la Unión Europea.
Sabe que un ‘no’ a esa idea, como defiende el sector soberanista de Unió, se podría entender como un ‘no’ al proceso, aunque sus partidarios, entre ellos nada menos que un ex presidente del Parlament, Joan Rigol, y la actual presidenta de la cámara parlamentaria, Núria de Gispert, lo asocien a un ‘sí’ a la lista unitaria soberanista que quiere impulsar Artur Mas.
El caso es que si gana Duran, no le quedará otra que romper con Convergència y encabezar una candidatura propia. Ha tenido en el pasado diferentes oportunidades para hacerlo. ¿Lo hará ahora? Duran ya no podría girar más sobre sí mismo. Y si pierde, dejaría la dirección de Unió, como él mismo ha admitido, pero, ¿para liderar también una candidatura alternativa?
Al margen del amor por las siglas, por lo que representa un partido político, que evoluciona con el tiempo, llega un momento en el que, por fin, hay que tomar decisiones para ser fiel a uno mismo, aunque se pueda perder.
Duran podría contribuir a su propia idea de lo que ha sido el catalanismo, que, en gran medida, ha significado principalmente, siguiendo al maestro Cacho Viu, «un factor de modernización de España», pero no de ruptura.
Los militantes de Unió tienen la palabra este domingo.