El truco o trato de Artur Mas
Todo Halloween tiene esa escena de niños tocando a una puerta cualquiera y diciendo “truco o trato”. Aquí en Catalunya, que siempre hemos sido más elegantes, tenemos una versión más rudimentaria “la puta y la ramoneta”. Aunque algunos pensábamos que había pasado a la historia, estos días Artur Mas & Friends parece que la quieren traer de nuevo a escena. Un paso más en esa deriva hacia Ítaca del President.
Hasta la fecha podíamos criticar al President Mas por muchos temas. A estas alturas, después de su enésimo giro, podemos casi afirmar que nos hemos igualado a esa España criticada en el principio del s.XXI. Si España parió y aupó al peor presidente de la historia, ese llamado Zapatero, Catalunya ha hecho lo mismo con Artur Mas. Éste no sólo pasará como el peor presidente de Catalunya, ya veremos si el último como decíamos hace meses, sino será, además, recordado por su escasa gobernabilidad y por la gran fractura social que ha creado en el país.
Hay, sin embargo, una gran diferencia entre ambos. Zapatero se sabía inepto y, así, desde su caída, prácticamente se ha recluido a un vida monacal. Mas se cree imprescindible, y no sólo es capaz de cambiar de idea de un día a otro, sino que sigue confiando en un equipo de ineptos mayor que él.
Zapatero a sus ineptos/as los ventiló a las Américas, Mas, por incapaz, los tendrá a su vera hasta el último día. Ya me dirán dónde “podemos” colocar a Homs o Turull cuando acaben su lamentable devenir por la política. De Mas, ni hablemos, que si en este país hemos hecho héroe a un traidor como Casanovas seguramente le encontraremos una cueva, o peor, un escaparate donde exhibirlo.
Porque al final, guste o no guste, un proceso soberanista como el planteado por Mas tendría que basarse en una figura fuerte. Y Mas es un personaje incapaz de gobernar, incapaz de sobreponerse a un problema, a la deriva huyendo de sus propias dudas y refugiado sólo en las palabras de su guardia pretoriana.
Hace tiempo lo sabíamos, pero ahora podemos decir sin miedo a equivocarnos que Mas es un auténtico cadáver político. Alguien que quiso pasar a la historia, olvidando que los que pasan lo hacen por hechos no por gestos estériles. Mas no deja de ser un personaje mediocre que ha llevado a Catalunya a momentos de delirio.
Pero, eso no lo digo yo. Ahora mismo no duden que Mas ya ha sido descabalgado. Y la mano que mece su cuna ha empezado moviendo ficha en TV3. Algunas caras bonitas de la casa no han entendido qué es periodismo y qué es opinión, y su prostitución a una idea es sacrificada.
Esa mano sabe que TV3 mueve fácilmente un 6-8%, o incluso mas según me dicen, de los votos de Catalunya. Y como decían las últimas encuestas aún con TV3 no se llega a esa mayoría holgada que reclamaba Mas. Nos volvemos hacia un TV3 realista para entonces volver a los porcentajes de la época Carod. En breve veremos muchas lágrimas de verdaderos independentistas que por una vez no deberían mirar a España como culpable sino a ese personaje.
Esperemos que esta deriva traiga cosas positivas. La primera, que muchos entiendan que en la política no vale estar 30 años viviendo de lo público sin pisar la calle. Esperemos que Mas se lleve por delante una generación de vividores de lo público y que se acabe también con todos esos “becarios” que ejercen de secretarios generales o cargos públicos aún mejor pagados por el simple hecho de chupar lealtad a un partido.
Decíamos que a Catalunya le faltaba su revolución francesa, y quizás sea un buen momento en la constatación del fracaso de Mas de cimentar nuevas vías y despedir una forma de hacer política que lleva muchos años con nosotros.
Al final un President como Mas solo vive en su mundo. Muchos creyeron en él y esperaban con ansias su llegada a la casa de Rajoy. Mas llegó con los chavalitos Homs y Turull en pantalón corto y chupando una piruleta, pero mientras tocaban a la puerta algo pasó por su mente.
Cuando Rajoy abrió, Mas ya no supo decir más que trato. El truco se había difuminado minutos antes. Y ya saben que a los niños algunos temas se les quedan grandes. Sinceramente, es una lastima que un proceso que puede ser interesante algún día quede sepultado durante años por la fragilidad de su President. Ya saben, ahora ya no podremos volver al truco o trato, o a la ramoneta y la puta, los trucos y las señoras han muerto. Nos quedan los tratos y las putas. Entiéndanlo bien.