El secuestro de atención del independentismo

¿Por qué debemos votar a unos partidos políticos que están más e interesados en secuestrar nuestra atención que en generar acuerdos y soluciones políticas?

Una vez más vamos a votar para elegir a nuestros representantes municipales, autonómicos y europeos. Una vez más somos el objetivo de la estrategia de los partidos para atraer nuestra atención.

La campaña electoral, en su recta final, ha quedado marcada por una serie de actuaciones políticas que exigen al votante un gran esfuerzo de comprensión para poder atisbar los intereses que esconden.

La atención que buscan algunos partidos está dirigida a provocar la crispación y la refriega política para ganar votos

El caso más llamativo lo hemos encontrado en Cataluña donde ERC, por miedo al qué dirán, ha bloqueado con Junts per Catalunya la nominación de Miquel Iceta como senador designado por el parlamento de Cataluña y, como consecuencia, ha hecho imposible su nominación como presidente del Senado.

El caso es llamativo y sitúa a los votantes ante una sorprendente disyuntiva ¿Por qué debemos votar a unos partidos políticos que están más e interesados en secuestrar nuestra atención que en generar acuerdos y soluciones políticas que evitarían estar hablando constantemente de ellos?

La respuesta, por obvia que resulte, no deja de ser más decepcionante: la atención que buscan algunos partidos está dirigida a provocar la crispación y la refriega política para ganar votos. La estrategia también busca atraer la atracción para hacer salir lo peor de nosotros mismos, provocando el deslumbramiento y la ceguera como única forma de avanzar en los propios intereses de su causa política.

Carl Smith lo llamaría la dialéctica amigo / enemigo para evitar quedar atrapados en los espacios del consenso y el acuerdo. Los partidos buscan secuestrar la atención que muchos ciudadanos han dejado de prestar a la política, evitándola y dejando de ser tema de reflexión y discusión en las tertulias. Se trata de subir la apuesta, incluso hacer un farol, aunque tras la partida no se pueda pagar y cumplir el compromiso.

La situación de apostar por el bloqueo político como única forma de sobresalir en política debería obligarnos a todos a considerar a qué estamos dedicando nuestro tiempo cuando hablamos de ella. Demasiadas horas atrapadas en decisiones políticas que desorientan a los ciudadanos y los llevan a cuestionarse qué se ha ganado con el bloqueo a Iceta.

El no a Iceta

Las mismas razones que se argumentaron contra él para no votar su nombramiento hubieran servido para hacerlo en su favor: Iceta ayudó a buscar una salida a la violencia del 1 de octubre, buscó junto a Urkullo, y otros miembros del gobierno de la Generalitat, que se avanzaran las elecciones para evitar la aplicación del artículo 155, consiguió matizar el artículo 155 que el PP y Ciudadanos buscaban intervenir TVC y Catalunya Ràdio

Así pues, lo que realmente incomoda a ERC y Junts per Catalunya es que un político moderado, con capacidad de articular soluciones y en un marco de crecimiento electoral de su partido en Cataluña, esté dispuesto a impulsar posibles soluciones para reconducir el problema catalán.

Con actitudes como ésta se hace imperativo plantear en la política catalana si no se debería hacer foc nou para quitarnos de encima tantos muebles viejos que nos impide mirar al futuro con optimismo.

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