El pico de Pedro Sánchez y Yolanda Díaz

Pocas cosas son más tontas que crear una fake news y acabar creyéndotela y cayendo en tu propia trampa. Eso es lo que le ha pasado a ERC esta semana con la votación de las medidas económicas para paliar los efectos de la invasión de Ucrania.

Un partido político hábil, como el PNV, y al parecer como Bildu, saben que a un gobierno hay que ponerlo en apuros para obtener el máximo precio para salvarlo del problema que ellos mismos le han creado y así un día consigues que te acerquen presos, otro que te den las competencias penitenciaras, al siguiente la gestión de la renta mínima vital hasta que al final un día en el País Vasco no queda de España ni las raspas. Otros como ERC, tienen nula habilidad política y tras generar un lío morrocotudo, en lugar de ofrecerse como solución, llegan hasta el final y solo consiguen poner en evidencia que no son tan relevantes como quieren hacer creer dado que el Gobierno consigue aprobar el decreto sin su voto.

La líder de Bildu en el Congreso, Mercedes Aizpurua (Mertxe en los ambientes bilduetarras) refleja en su cara de lo es, la personificación de la maldad más extrema. De los filoetarras reconvertidos en socios privilegiados del Gobierno de España sabemos que siempre están dispuestos a destruir y eliminar, literalmente, todo lo que tenga que ver con España, pero también sabemos que, lamentablemente, el mal no va acompañado de la idiocia.

Los de Bildu se sumaron al coro repetidor de la trola del informe de Citizen Lab, redactado por un independentista catalán y que acaba en las páginas de The New Yorker en un paso más hacia el desprestigio de una revista que un día dirigió el malogrado hijo de JKF, pero de ahí a creerse sus propias trolas y dejar pasar la oportunidad de extorsionar de nuevo a Pedro Sánchez, quizás por aquello de que de extorsión saben mucho, hay un mundo. En cambio los de ERC son el fiel reflejo de la cita de Forrest Gump, “tonto es el que hace tonterías”.

Rufián no lleva en su rostro reflejado el espejo de la maldad más mezquina como Aizpurua, pero ha demostrado que no es el más listo de la clase ni por asomo. En ERC y en Junts resucitaron el tema del CatalanGate para tapar lo suyo con Putin pero el éxito superó a la empresa.

En ERC no contaban ni con el viaje penitencial del ministro Bolaños a Barcelona, en el que cual visita a una penitenciaria le obligaron a dejar el teléfono en la puerta, ni con que Sánchez estuviera dispuesto a meterlos en el ajo de los secretos de Estado y se vinieron arriba y olvidaron que lo del New Yorker es un bulo creado por encargo suyo y redactado por un militante de su causa, Elias Campo, y tanto se vinieron arriba, que en lugar de negociar como Bildu y el PNV contraprestaciones para seguir desguazando España simplemente votaron en contra del decreto. Decía el añorado Josep Tarradellas, que ya predijo todas las desgracias que Jordi Pujol traería, que en política se puede hacer todo menos el ridículo

Decía el añorado Josep Tarradellas, que ya predijo todas las desgracias que Jordi Pujol traería, que en política se puede hacer todo menos el ridículo

Pedro Sánchez contó solo con 176 votos de 350 pero esta semana gracias a la torpeza de ERC ha aprendido que tiene un cierto margen para la geometría parlamentaria variable y que si sigue haciendo de funambulista puede llegar, aunque magullado y cediendo una vez tras otra, hasta invierno de 2023. La feliz era tal en el banco azul que Sánchez y Díaz casi se dan un pico.