El león, la gacela, la tecnología y el emprendimiento

Hoy en día en la tecnología y en la empresa no hay descanso, descansar supone riesgo de muerte: la clave está en correr, pero sabiendo hacia dónde

Quiera o no ya no soy un chaval y empiezo a tocar la época del abuelo contando sus batallas, por eso me veo en la obligación moral de contar a jóvenes y no tan jóvenes aquellas anécdotas que me ayudaron a emprender en el mundo de la tecnología.

Vivencias que después de tantos años aún tengo presentes y que me ayudan a continuar viviendo el maravilloso mundo del progreso tecnológico y el de ser el dueño de mi propio sueño y de mi propio futuro. 

Un profesor, brillante y lleno de ganas de transmitir conocimientos nos contaba fábulas a modo de método mnemotécnico para recordar ideas y conceptos. 

La fábula del león y la gacela

En una mañana de sábado de máster nos contó la fábula del león y la gacela: “En África al amanecer un león cuando despierta sabe que tiene que correr porque si no corre no cazará y entonces se morirá de hambre. 

En África al amanecer una gacela cuando despierta sabe que tiene que correr porque si no servirá de alimento.  En África al amanecer, seas león o seas gacela, corre”. Es más que evidente que si lo trasladamos tanto al ámbito tecnológico como al empresarial podemos encontrarle sentido rápidamente. 

La empresa de hoy tampoco sirve para mañana

En el mundo tecnológico, la tecnología de hoy no servirá para mañana. En plena transformación digital y de la revolución de la industria 4.0, sentarse cómodamente a ver los resultados de una implantación sin tener en cuenta que la tecnología evoluciona rápidamente y que sus periodos de amortización deben ser obligatoriamente acelerados, es un grave error. 

Trasladándonos al mundo del emprendimiento, la empresa de hoy tampoco sirve para mañana. Fueron otros tiempos en los que uno montaba su empresa y utilizando el mismo patrón de éxito de sus comienzos podía augurar largos años de bonanza y beneficios.

Todos sabemos que en la actualidad, con este tipo de planteamiento, más pronto que tarde serás devorado por mercado y competencia en menos tiempo que durarían unos iPhone X al 50% de descuento en una tienda. 

La conclusión es que en la tecnología y en la empresa no hay descanso, descansar supone riesgo de muerte, pero la clave no está únicamente en correr como un pollo sin cabeza. Seguramente la clave está en correr pero también en saber hacia dónde. 

En recuerdo a mi profesor y amigo D. Manuel Álvarez del que tanto he aprendido.  Allá donde estés, que la fuerza esté contigo.