El largo camino a las elecciones generales

Las cuatro elecciones anteriores a las generales dominarán la agenda política y se convertirán en primarias para Pedro Sánchez y Pablo Casado

Las elecciones en Castilla y León han certificado que la estrategias políticas siempre chocan con la realidad. El PP ha quedado muy lejos de los resultados que esperaba. Se abre un año electoral con la celebración de las próximas elecciones valencianas en abril y las andaluzas, si no se adelantan, en diciembre. Sumemos a esta situación el hecho de  que en mayo tocarán las municipales y en noviembre del 2023 las generales.

El ascenso o descenso, según se mire, de los candidatos al poder tendrá como principal campo de batalla conseguir que los ciudadanos vean a Pedro Sánchez y a Pablo Casado como los únicos por los que se debe apostar. Estas cuatro elecciones anteriores a las generales dominarán la agenda política y se convertirán en primarias para ambos candidatos. Estas elecciones se convierten en los obstáculos que deben salvar tanto el PP como el PSOE para que sus líderes lleguen a una buena posición de salida en las generales.

Del mismo modo que las elecciones en la comunidad de Madrid abrieron una crisis de confianza en el seno de PSOE, tras su derrota, los resultados del PP en Castilla y León abren un proceso similar de cuestionamiento del liderazgo, en este caso, de Pablo Casado. La carrera a la presidencia del gobierno español ya no va de ideología y defender posiciones, sino con quién se gobierna, con Unidas Podemos o con Vox.

El PSOE ya vivió esta situación en las anteriores elecciones. Recordemos que Pedro Sánchez afirmó, antes de formar la coalición, que “no dormiría por las noches, como el 95% de los españoles” si hubiera aceptado las imposiciones de Unidas Podemos. Meses más tarde se formó el gobierno de coalición, quedando de relieve que lo que determina la política española no son las convicciones sino conseguir cuadrar, sea como sea,  la aritmética parlamentaria para poder llegar a la presidencia del gobierno.

Pablo Casado y Pedro Sánchez en el Congreso. EFE

El proceso se repite ahora con Pablo Casado, que necesita a Vox para gobernar pero, al mismo tiempo, teme que cualquier acuerdo perjudique su imagen de partido centrado. Cuando los ideales políticos se subordinan a conseguir los objetivos, éstos acaban suplantándolos.

La política siempre se ha basado en los resultados, en conseguir victorias que permitan alcanzar el poder. La escritora Yasmina Reza, en su libro sobre Nicolas Sarkosy, El alba, el atardecer o la noche, describe un revelador encuentro con el idealista Barack Obama. Reza cuenta que Obama, al ser preguntado antes de llegar a la presidencia de los EEUU, “¿Qué le separa de George Bush?», contestó: “¿Lo que me separa de George Bush? Que ha estado escogido dos veces presidente de los Estados Unidos”.

Las elecciones en Castilla y León abren un proceso electoral que marca a Sánchez y a Casado un camino a recorrer: uno para volver a ser presidente del gobierno y otro para conseguirlo por primera vez.