El Ibex se acerca al PSOE: lo ve en la Moncloa
Los intentos del PP de renovar su mensaje y sus formas no acaban de cuajar. Lo intenta Mariano Rajoy, y, con la conferencia política de este fin de semana ha querido presentarse como el único dirigente político en España capaz de hacer frente a los nuevos desafíos, sin caer en populismos o en ofertas atractivas, pero difícilmente aplicables.
Rajoy sólo piensa ahora en desacreditar a Podemos, a Ciudadanos y al PSOE, por apoyarse, precisamente, en los dos partidos emergentes.
Ofrece ahora un modelo propio –porque nadie en el PP le quieren llamar primarias—para elegir internamente a los candidatos. Un dirigente del PP catalán, que se ha retirado recientemente del partido de forma discreta, asegura que en su casa nadie acaba de entender la voluntad de los ciudadanos, sean del color que sean, de participar de forma más activa en la vida pública. Y que será imparable, porque nadie tolera que una cúpula formada por tres o cuatro personas lo acaben decidiendo todo.
Existen esfuerzos, en cualquier caso, aunque sean escasos, a pocos meses de las elecciones generales. El PP peleará hasta el final, pero hay serias dudas de que pueda remontar el vuelo. Un empresario afirma que el Ibex ha comenzado a virar, y que, después de confiar en Ciudadanos, porque gustan las propuestas de Albert Rivera, y, principalmente de Luis Garicano, ahora ha comenzado un acercamiento hacia el PSOE.
Los socialistas, que apenas contaban hace unos meses, han comprobado que suscitan interés y que pueden formar gobierno prácticamente sin quererlo. Pedro Sánchez ha conseguido que nadie en el PSOE le presente batalla, y, poco a poco, ha buscado un nuevo equipo, recuperando a personas de la talla de Jordi Sevilla.
Sánchez quiere contar también con Rafael Bengoa, con Teresa Ribera, con Angel Ubide, con Maurici Lucena o con Victoria Camps, personas de reconocido prestigio en sus sectores. Las grandes empresas españolas siguen sus pasos, y las expectativas de los socialistas son ahora serias, siempre, claro está, que presten atención, a su vez, a Ciudadanos.
Ese es el panorama que se abre ahora, con la idea de dejar a atrás al PP, al que se le ve incapaz de ofrecer un mensaje renovado, más allá del importante crecimiento del PIB, y a Podemos, la formación de Pablo Iglesias, que se percibe como incapaz para dirigir España.