El grupo Vall Companys ganó 46 millones
El gigante agropecuario Vall Companys, presidido por José Vall Palou, no conoce la crisis. En pleno marasmo económico, sigue navegando a una envidiable velocidad de crucero y se mantiene con firmeza en la senda de los resultados positivos.
Sus actividades abarcan plantas harineras, fábricas de piensos y centros de producción cárnica porcina, avícola y bovina. Así mismo, posee laboratorios farmacéuticos propios especializados en salud animal y centros de inseminación.
El conglomerado se compone de 35 filiales ubicadas en Catalunya, Aragón, Valencia y otras Comunidades españolas. La subsidiaria de más reciente incorporación es la firma zaragozana Cárnicas Cinco Villas, adquirida el año pasado, cuya facturación supera los 5 millones de euros anuales. Ahora, se van a invertir más de 40 millones de euros en las instalaciones de la empresa, con el objetivo de incrementar su producción de porcino.
El 81% de las ventas de Vall Companys procede del baqueteado mercado interior. Por eso, la plana mayor del grupo puso en marcha tiempo atrás una batería de medidas encaminadas a amortiguar el impacto del ambiente recesivo. La principal iniciativa ha consistido en reorganizar el entramado a fin de ofrecer a los clientes una oferta global de sus productos, basada en el control exhaustivo de toda la cadena de valor desde el origen hasta la venta final. También se ha seguido un escrupuloso control de costes y se ha reducido sensiblemente el volumen de las deudas.
En el ejercicio de 2012, el grupo invirtió más de 6 millones en I D. El giro consolidado subió de 1.048 a 1.124 millones de euros, que doblan la cifra de seis años atrás. El flujo de caja rondó los 75 millones. Y el beneficio neto se disparó de 36 a 46 millones. Es de subrayar que la compañía aplica criterios de exquisita prudencia en la formulación de su balance. Un solo botón de muestra: según el auditor, la rúbrica final del beneficio está infravalorada en la bagatela de 4,6 millones.