El grupo parlamentario (catalán) de los imputados

Si Barcelona es la ciudad de los prodigios, Catalunya es la tierra de la obscenidad política. Ni regeneración, ni transparencia, ni ética, ni, finalmente, estética. Nada de nada. Los ciudadanos políticos se quejan después del descrédito que tiene su función, como si se tratara de una mala hierba crecida por efecto de la lluvia en vez de una siembra histórica que no deja de florecer.

 
No llegan a los cinco miembros mínimos para constituir grupo parlamentario propio, una pena

Con la imputación de la socialista Montserrat Capdevila, en el Parlament de Catalunya ya hay cuatro diputados imputados por la justicia en casos de diferente índole. Dos son para los nacionalistas de CiU y otros dos para los nisesabe del PSC.

Los convergentes tienen señalados por la justicia al que fuera su mandamás en la cámara (Oriol Pujol Ferrusola) y al diputado y alcalde de Lloret, Xavier Crespo. Uno por el penoso caso de las ITV y otro por favorecer a determinadas mafias rusas en su municipio.

A los socialistas les toca un ex alto cargo, Daniel Fernández, que con el alcalde de Sabadell y la alcaldesa de Montcada i Reixac colocaron por la puerta de atrás a una persona del partido con cargo a los fondos públicos. Ahora se ha consumado la imputación de Montserrat Capdevila, quien tiraba de la tarjeta del Parlament para sufragar sus picos largos por los madriles.

Cuatro diputados sobre 135 son un porcentaje de casi el 3% (el 2,96%). Una proporción algo exagerada para un colectivo tan pequeño y elitista. No hace mucho también resultó imputado Jordi Cañas, parlamentario de Ciutadans, pero tuvo la vergüenza torera de abandonar la Cámara catalana al día siguiente en coherencia con lo que predica. No llegan a los cinco miembros mínimos para constituir grupo parlamentario propio y teniendo en cuenta lo que les une tampoco estarían de más en el grupo mixto. Es una pena que no puedan agruparse. De todas maneras mantengo la fe en que en virtud de su apego al cargo y lo que circula por ahí antes de concluir la legislatura puedan tener algún nuevo acompañante que les permita tener despacho y asignación económica propia.