El Golfo sube al metro

FCC se ha alzado ganador del gran contrato por valor de 6.070 millones de euros para uno de los tres tramos el suburbano de Riad. Se trata de una parte del proyecto que Arabia Saudita acaba de aprobar en el marco de un concurso por valor de 16.300 millones de euros. A esta infraestructura, se añade otra de gran importancia: el AVE La Meca-Medina, que se adjudicó un consorcio español por 6.736 millones de euros en enero pasado.

Estas operaciones de grandes sumas financieras están ejerciendo un impacto de arrastre para muchas empresas de España hacia esta región, que se ha convertido en uno de los mercados más activos para el sector de la construcción en el mundo.

Hace cinco años, las empresas españolas eran pequeños actores en el sector de la construcción en el Golfo. Ahora ya no es una excepción que un grupo español gane un contrato sino que empieza a ser la norma.

Los programas previstos crearán enormes oportunidades para empresas internacionales de infraestructuras, operadores, consultorías, diseñadores o empresas de tecnología ferroviaria. Todo esto hará de la región uno de los clientes más importantes para el sector en la próxima década.

El metro de Riad forma parte del programa general de transporte que pretende combinar toda la red de transportes urbanos de la ciudad (metro, autobús de vía rápido, y tren) para hacer frente a la congestión de una ciudad que su población crecerá un 40% en 2030, y la demanda de viajes en un 60%.

El crecimiento demográfico y la necesidad de mejorar la infraestructura han alentado a los gobiernos regionales para llevar adelante la construcción de una red de metro y tren ligero. En Oriente Medio y Norte de África están previstos o en marcha proyectos por valor de 189.000 millones de euros para trenes de largo recorrido y ligeros, tranvías y metro.

Además de 15 planes en ejecución, seis se encuentran en la fase de licitación y muchos otros están en la etapa de diseño o en estudio, en lo que se prevé invertir 54.400 millones de euros en planes de este sector.

El interés en los sistemas de metro está siendo impulsado por varios factores. Como ejemplos, el crecimiento demográfico en Egipto o la necesidad de Qatar de una amplia infraestructura para albergar el Mundial de fútbol de 2022. El metro de Doha es otro de los grandes proyectos de tren ligero. Forma parte de una inversión de 26.457 millones de euros y 300 kilómetros de red. Constará de cuatro líneas y 80 estaciones y también en esta proyecto ha ganado uno de los tramos el grupo español OHL.

Kuwait, por su parte, sigue adelante con el primer metro. El proyecto estimado en 5.291millones de euros tendrá una longitud total de 160 kilómetros y comprende 69 estaciones. Abu Dhabi espera seguir los pasos de su vecino Dubai y construir una red de metro para reducir la congestión en la capital de los Emiratos Árabes Unidos. 51.400 millones de euros es el valor del plan de transporte del suburbano del emirato.

La región tiene una de las redes de ferrocarril más baja en el mundo. Sólo 34.000 kilómetros sobre una extensión de 15 millones de km2. Como resultado, la mayoría de las personas y las mercancías circulan por carretera, aire o mar. Los planes pretenden duplicar la red hasta 67.000 km.

El Golfo tiene algo más de 10.000 km de líneas de ferrocarril pero éste se ampliará en 15.000 km. Las redes urbanas, incluyendo metro, tranvía y monorraíl, también crecerán desde los actuales 183 km a los 2.236 km.

El metro es más que un medio de transporte y sus beneficios son mucho más amplios para esta región. Desde ahorro energético, la reducción de las emisiones CO2 también alivia la presión sobre las finanzas públicas de los países importadores de petróleo, que venden la gasolina a precios subsidiados.

No sólo los estados del Golfo ricos en petróleo están invirtiendo en proyectos de metro. Egipto, Turquía, Marruecos y Argelia también están apostando por las redes de metro en sus ciudades principales.

Mientras que el sector de la construcción en Oriente Medio resiste a pesar de la incertidumbre política en curso, los planes de metro son impulsados ​​por factores sostenibles, como el crecimiento de la población. Esta demanda asegurará que la región seguirá siendo un punto focal para la industria de la construcción.