El final de Maduro se acerca

¿Cuánto puede resistir Nicolás Maduro? Es probable que poco: Venezuela está algo lejos de Rusia

Ante el inmediato reconocimiento de los Estados Unidos, Nicolás Maduro podía haber reaccionado, como es habitual en él, encarcelando al osado líder opositor. Al no atreverse a desafiar abiertamente al “imperialismo” mostró su debilidad.

El aval de Canadá es un claro indicio que el acto de Guaidó no fue un golpe de Estado

Que Guaidó se mueva con cautela pero con libertad y se deje ver en Caracas es un síntoma bastante claro de que el poder de Maduro se empieza a desmoronar: o el dictador no se atreve a dar la orden o teme que los militares no la cumplan.

Si el lector también se encuentra entre los críticos de Donald Trump pero mantiene las antenas sintonizadas, debió de interpretar la presencia del Canadá en el bloque de países que reconocieron a Guaidó desde el primer momento como un claro indicio de que no se trataba de un golpe de estado. Canadá no juega a eso. El aval canadiense indicaba que, en esta ocasión, los Estados Unidos tampoco. No lo necesitan.

No tardó Europa –bajo la batuta española, por primera vez inteligente en mucho tiempo— en sumarse con voz diferenciada a la iniciativa del reconocimiento. El ultimátum a Maduro para que convoque elecciones de veras libres es una manera menos explícita pero igual de efectiva de señalarle la puerta de salida.

China está en peor posición que Rusia para apoyar a Maduro

Incluso Íñigo Errejón ha rectificado sus posiciones anteriores y apoya al gobierno socialista (con lo que de paso arroja una buena pedrada al techo de cristal de chalet ideológico de Pablo Iglesias).

¿Cuánto puede resistir Maduro? Es probable que poco. Venezuela está algo lejos de Rusia. Putin tiene demasiados problemas en casa y cerca de casa (Ucrania, Siria) como para que se atreva a desafiar a Trump en su patio trasero.

Contento se quedará si el próximo mandatario venezolano incumple menos que Maduro con el pago, en especies petroleras, de los miles de millones de dólares que Venezuela debe a Rusia.

China está en peor posición que Rusia para apoyar a Maduro de forma efectiva. No porque ya nadie se fíe de que Maduro devuelva los créditos, sino por algo peor: su régimen ha perdido toda credibilidad en cuanto a la utilización de los grandes préstamos para aligerar la situación de las masas depauperadas de su país.

El panorama social en Venezuela es desolador

Por otra parte y aunque no sea el caso, no está de más recordar que la capacidad bélica transoceánica del gigante asiático es prácticamente nula.

¿Con qué cuenta Maduro? Con la baza de las mayores reservas de petróleo del mundo, localizadas en Venezuela, cualquier dirigente amigo de los pobres los tendría contentos.

Maduro no, ya no puede contar como antes con el apoyo de los barrios populares que le sostenían, porque cada día viven peor. Carestía, inflación, dificultades para el sustento cotidiano. El panorama social es desolador.

Lo único que podría unir a las multitudes venezolanas alrededor de Maduro sería una intervención directa estadounidense. El antiimperialismo está muy arraigado, pero este error no lo van a cometer. Para eso está Guaidó.

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Falta de financiación

Venezuela exporta el 30% de su petróleo a los Estados Unidos. Si el régimen deja de cobrar va a ser muy complicado que encuentre financiación alternativa para salvarse.

A Maduro sólo le quedan las fuerzas armadas. La cúpula militar controla, junto a su bolivariano jefe, el único negocio del país, que es el petróleo. Lo controla y lo saquea, que es lo propio de los militares en todo el mundo cuando se deja algún negocio, por descontado que fácil de llevar y con ganancias seguras, entre sus manos.

Pues bien, el embargo americano de las cuentas petrolíferas venezolanas es el mayor síntoma de que a Maduro le va quedando poco tiempo. Venezuela exporta el 30% de su petróleo a los Estados Unidos. Si el régimen deja de cobrar va a ser muy complicado que encuentre financiación alternativa para salvarse.

La respuesta del dictador Maduro

Ante el bloqueo de cuentas, la reacción del dictador venezolano, al que ya podemos empezar a llamar saqueador y jefe de saqueadores de la riqueza nacional, consiste en anunciar acciones judiciales internacionales.

¿Alguien cree que va estar en el poder cuando lleguen las sentencias? Si hubiera anunciado que ha encontrado otros clientes dispuestos a comprar, pagando por adelantado, el casi medio millón diario de barriles de crudo venezolano que van a los Estados Unidos, podríamos empezar a creer que cuenta con algún salvavidas internacional.

No es así. Ahora todo depende de los militares. Que no hayan hecho desaparecer a Guaidó ni desencadenado una matanza es el síntoma más elocuente de que a Maduro se le puede estar acabando el tiempo.