El fabricante de Calgon y Vanish dobla sus beneficios
La compañía Reckit Benckiser España, fabricante de productos de limpieza, ha desgajado su fábrica de Granollers y la ha traspasado a una filial de nuevo cuño, titulada Reckit Benckiser Granollers SL.
En lo sucesivo, ésta se encargará de elaborar el variado surtido de productos de limpieza y cuidado del hogar del grupo, cuyas marcas más representativas son Calgon, Vanish, Finish, Scholl y Woolite, entre otras muchas.
Reckit Benckiser España tiene de administradores a Gabriel Millán Camacho y Paolo d’Orso. A su vez, este último y Jaime Adolfo Lousada Cruz, son administradores de Reckit Benckiser Granollers.
La planta industrial de Granollers fue en su tiempo buque insignia de la sociedad Jabones Camp, perteneciente a la familia del mismo apellido. Camp protagonizó en 1989 uno de los primeros y más lucrativos pelotazos que se han dado nunca en Cataluña.
En tal fecha, los hermanos José, Juan y Alberto Camp Puigdomenech vendieron su empresa de detergentes a la multinacional alemana Benckiser por 32.000 millones de pesetas limpios de polvo y paja, es decir, sin pagar ni un duro a Hacienda.
A la sazón existía un portillo fiscal por el que estaba exenta de tributación la venta de los derechos de suscripción. El trasiego se instrumentó mediante dicho procedimiento y los Camp se libraron de las onerosas cargas fiscales.
Tiempo después, Benckiser se fusionó con Reckit y configuró la actual compañía. El año pasado, sus ventas sumaron 303 millones de euros, con baja de un 11%, pero el resultado neto se dobló hasta los 34 millones.
La plantilla de Reckit Benckiser España se compone de 340 personas. Uno de los platos fuertes de la firma lo constituye su presupuesto para publicidad, que el pasado año se cifró en 35 millones de euros. Es uno de los mayores de Catalunya, después de los de Volkswagen-Audi y Danone.